No me gusta el estilo de Pablo Iglesias ni el de Joan Baldoví. Pero el recadito que el de Podemos ha dejado al de Més Compromís me parece desacertadísimo: “Vivo de mi trabajo y digo lo que me parece. (...) Tú, en cambio, llevas más de 20 años ocupando cargos públicos ininterrumpidamente. (...) Con todo el respeto y todo el cariño. (...) Aún no ha llegado el día en el que un político profesional me haga callar”. Baldoví también vive de su trabajo, y al propio Iglesias no le ha preocupado juntarse a políticos profesionales ni intentar convertirse en uno de ellos hasta en tres candidaturas diferentes. Por cierto, Díaz Ayuso sí le hizo callar.