oy es su día. El de todos los niños, niñas y adolescentes. Pero también lo fue ayer. Y mañana. Y pasado. Hace 75 años que desde Unicef comenzamos a trabajar por los derechos de la infancia y la adolescencia, intentando conseguir cambios reales en sus vidas. Cada día. Desde 1946. Derechos que, en la actualidad, tras la pandemia de covid-19 y con la llegada de la educación on line, han dado el salto desde el ámbito off line hasta el entorno digital. Porque todas nuestras acciones tienen hoy un reflejo en el mundo virtual. Por ello, este año más que nunca, queremos escuchar lo que nos dicen los niños, niñas y adolescentes. Queremos escucharles bien y conocer de primera mano sus opiniones y percepciones sobre los usos del móvil, las redes sociales, el ciberacoso, el juego on line... Las dos caras de una misma moneda: el derecho al juego, a la expresión y a la información, que indudablemente la juventud desarrolla a través de las TRIC (Tecnologías para la Relación, la Información y la Comunicación); pero también el derecho a la privacidad y a la protección que debemos garantizarles.

Once años es la edad media en la que tienen su primer móvil los y las estudiantes de la ESO de Euskadi, según el informe Impacto de la tecnología en la adolescencia. Relaciones, riesgos y oportunidades de Unicef. Un dato que nos refuerza la idea de que su uso está generalizado desde edades muy tempranas. Un día sin móvil es en la actualidad una jornada vacía para muchas y muchos adolescentes. ¿Qué nos respondería un joven de 16 años si le planteáramos pasar un fin de semana sin conectividad? WhatsApp, Youtube, Instagram o Tik Tok. Casi el 100% de las y los adolescentes está registrado en alguna red social y el 62,5% tiene más de un perfil en una misma red social: no estar en las redes es algo muy excepcional entre la adolescencia. Uno de cada tres estudiantes de la ESO en Euskadi hace un uso problemático de internet y 1 de cada 5 adolescentes de entre 11 y 18 años podría ya tener cierto nivel de enganche a los videojuegos. Preocupantes cifras que desde Unicef ponemos sobre la mesa para poder elaborar cuanto antes políticas de prevención frente a los riesgos que acarrea el uso de las pantallas. Es imprescindible la creación de un entorno protector en el ámbito digital que prevenga los riesgos derivados del contenido, del contacto y de las conductas en el mismo.

En contraposición a esta alarmante realidad que dibujan los números del informe, es escasa la supervisión que madres y padres están ejerciendo. Quizá no sean del todo conscientes de su papel como modelos ante los niños y niñas en el uso de las pantallas; quizá no conozcan la necesidad de acompañamiento, y no decimos control, que tienen sus hijos e hijas. Puede que no tengan como prioridad en su agenda establecer una buena higiene digital en el hogar. Es por eso que desde Unicef consideramos clave que las familias ejerzan un rol activo que permita garantizar el uso responsable, seguro y crítico de la tecnología. Las familias también necesitan información, necesitan conocer las herramientas para poder ejercer bien esa labor educativa y de acompañamiento en la era digital. Cuanta mayor sea la información, mejor será el manejo de las TRIC y mejor comprenderán los riesgos que todo el entorno digital lleva implícitos para la infancia y la adolescencia.

Y es que hoy, 75 años después de que Unicef se creara tras la Segunda Guerra Mundial, el acceso a internet se ha convertido en una herramienta que impulsa los derechos de la infancia y la adolescencia, y que ha revolucionado sus vidas, especialmente la de los niños y niñas más vulnerables, desde una perspectiva más internacional. Para las nuevas generaciones, ser parte de un entorno digital es lo natural, pero también debemos trabajar para mitigar los riesgos y maximizar las oportunidades que ofrecen las TRIC; porque no todos los niños y niñas disfrutan de las oportunidades de manera equitativa. Hay que poner el foco en la infancia y adolescencia más vulnerable, sin que ningún niño ni niña se quede atrás.

El 20 de noviembre de 1989 se logró acordar el texto final de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), cuyo cumplimiento es obligatorio para todos los países que la han firmado. Hoy hablamos de derechos de infancia con una perspectiva mucho más amplia que hace 75 años. La posibilidad de acceder a las TRIC de forma provechosa puede ayudar a los niños y niñas a ejercer sus derechos civiles, culturales, políticos, económicos y sociales. Sin embargo, sin inclusión digital, las desigualdades aumentarán. Evitémoslo. Hoy y siempre. Porque los derechos de la infancia y la adolescencia se viven y se aprenden cada día; en cada acción. ¡Feliz Día Mundial de la Infancia! * Presidente de Unicef Comité País Vasco