Síguenos en redes sociales:

El espejo

Son Irene y Goiuri, Yolanda, Arantza, Aintzane, María Isabel y Marina, Mila, Blanca y Nahia, Patricia y Paula. Son nuestras amigas, nuestras madres, nuestras hijas, nuestras parejas, nuestras hermanas, nuestras vecinas, nuestras compañeras... Somos todas nosotras. Estas alavesas han respondido a la invitación de DNA para representar a las mujeres del territorio y, con motivo del 8 de Marzo, hacer el ejercicio de mirarnos en el espejo, parar y observar una realidad en la que la igualdad es aún una meta y no un logro. Y conviene subrayarlo. No, la igualdad no es un hecho. Si fuéramos honestas y honestos a la hora de mirarnos en el espejo reconoceríamos que ese discurso zafio, machista y merecedor de algún adjetivo menos generoso que algunos resumen con un simplismo palmario en el falaz y agresivo feminazi, en realidad, revela una corriente aún hoy presente en todos los ámbitos de la sociedad y al que las mujeres nos enfrentamos día a día. Y hoy, otro 8 de marzo, miles de mujeres lo gritan con voz consciente, firme y clara. Igual que hace un año, protagonizando un aldabonazo en la conciencia mundial. Igual que día a día, desde nuestras respectivas atalayas. La conquista de la igualdad será el triunfo de la mujer y de una sociedad realmente libre y justa.