El fin de semana andaba con el sobrino, a todo trapo cantando “te sientas enfrente y es como el cine, todo lo controla, es un alucine, es como un ordenador personal, es la bola de cristal”. Porque al chaval hay que empezar a enseñarle cosas con fundamento y porque, no nos engañemos, se descojona viéndote hacer el tonto con el criterio respetable que le da haber descubierto recientemente que puede mover las piernas a voluntad. Y esas cosas te alegran el día. Al poco, me entero que ha fallecido Lolo Rico. Y me da el bajón, recordando los buenísimos ratos que pasé de cría delante de la tele con los electroduendes y pensando en que todo llega y todo pasa. Esa magnífica Bruja Avería, nunca un bicho con tan mala leche y al grito de “¡viva el mal, viva el capital!” -abro paréntesis para recordar que hablamos de un programa teóricamente infantil, hoy en día lo programarían a las 3 de la madrugada y solo accesible para mentes formadas en Davos- fue tan entrañable. Como la memoria es frágil, he buceado un poco en el archivo de Youtube para refrescarla, rescatando por ejemplo aquellos cortes frecuentes que animaban al espectador a imaginar y tras 15 segundos sugerían: “Si no se te ha ocurrido nada, a lo mejor deberías ver menos la tele”. Buenos recuerdos.
- Multimedia
- Servicios
- Participación