El recorte horario implantado en 2012 a la operativa de Foronda -que dejó la actividad en 12 horas, generando una drástica reducción de plantilla y de limitación de las operaciones-, al calor de los recortes generales que en pleno fragor de lo peor de la crisis económica acometió el entonces recién estrenado Gobierno de Mariano Rajoy, fue un duro golpe al aeropuerto y, lógicamente, a sus trabajadores pero, por extensión, lo fue para el propio territorio alavés. Y es que a nadie se le escapaba entonces ni ahora que uno de los puntos fuertes del aeródromo era su actividad orientada al tráfico de mercancías y, precisamente por ello, formaba parte también del entramado logístico de Araba, un territorio con un fuerte componente industrial y con evidentes ventajas para hacer de la logística una de sus vocaciones. Foronda es una pieza clave del engranaje de las infraestructuras de transporte de Araba y, por ello, importante para su desarrollo económico y ya no solo por la incuestionable actividad de carga -hasta noviembre el aeródromo ha movido 57.336 toneladas de mercancías, un 3,5% más que en el mismo periodo de 2017 y cerca del hito de las 60.000 toneladas-, sino también por el tráfico de pasajeros, que desde un punto de vista económico también representa una potencial puerta de entrada para visitantes. En este sentido, el hecho de que los últimos datos de Aena apunten a que este año se logrará superar los 130.000 pasajeros también supone un acicate para este ámbito de la actividad del aeropuerto. Por todo ello, no es de extrañar que la exigencia al Gobierno del Estado de la recuperación del H24 por parte de las instituciones alavesas haya estado continuamente sobre la mesa a lo largo de toda la legislatura, trabajando además para a pesar de todo potenciar su actividad. De hecho, el H24 formó parte del acuerdo por el que el PNV aprobó los Presupuestos Generales del Estado de 2018, hace un año; un compromiso acordado con el Ejecutivo de Rajoy que posteriormente el Gobierno de Pedro Sánchez se comprometió a respetar. De manera que la confirmación de que el 25 de abril es la fecha elegida, si no hay ningún imprevisto, para que Foronda pueda volver a operar durante las 24 horas -ahora lo hacía durante 16- es sin duda una buena noticia para el aeropuerto, pero también lo ha de ser para el territorio alavés en la medida en que permitirá acoger mayor actividad, tanto de pasajeros como de mercancías.
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