Del 1-O al 1-O

Por curiosidad, he buscado qué escribí por aquellos días de hace un año en este espacio. Y he encontrado un texto titulado “El fracaso de la política”. Si el fracaso de la política desembocó en aquella jornada ese mismo fracaso es el que nos ha llevado, 365 días después, a estar donde estamos. Y como lo que no mejora, empeora, mantengo el pesimismo. Un año después, prácticamente lo único que ha cambiado, y ni es poco ni es baladí, son la mayoría de los protagonistas en el tablero. Este sábado, El Periódico de Catalunya publicaba un reportaje sobre cómo fue el seguimiento de aquel 1 de octubre en Moncloa, una crónica titulada con una frase que las fuentes citadas en el texto atribuyen al entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy: “Una urna, una porra. La batalla mediática está perdida”. Lo peor aquel día no fue que el Ejecutivo Rajoy perdiera la batalla mediática, sino esa constatación tan clara y simple: “Una urna, una porra”. Así se resume el fracaso de la política, un fracaso que guste o no incumbe a todas las partes. Sigo pensando lo mismo: cuántas oportunidades perdidas por el cortoplacismo y por la total ausencia de altura de miras, con líderes políticos e institucionales ocupados en enarbolar una victoria que solo entienden desde la derrota del otro. La política tendría que ser otra cosa y los dirigentes políticos, también.