lleva el Alavés cinco jornadas de Liga y ha encadenado tres triunfos, un empate y una derrota. Los números le sirven para colocarse tercero en la tabla con 10 puntos, solo por detrás del Real Madrid y el Barcelona. Es demasiado pronto para sacar pecho, pero no está mal ver al Alavés en puestos de Champions aunque solo se hayan consumido un puñado de jornadas. Lo cierto es que desde la llegada de Abelardo el equipo es otro. Ya completó el ejercicio pasado una segunda vuelta a la altura de los mejores -gracias a eso se salvó tras un penoso inicio- y parece que ahora la trayectoria es similar a pesar de los importantes cambios experimentados en la plantilla. La mano del técnico asturiano se deja notar en la solidaridad y la convicción exhibidas por todos los jugadores desde que se hizo cargo del banquillo albiazul. Su mérito es incuestionable. Lo mismo o parecido ocurre con Pedro Martínez al frente del Baskonia. Su llegada mediada la temporada pasada ya alteró radicalmente el errático rumbo de un equipo que parecía abocado a la mediocridad y ahora, en el primer test serio de la temporada, el equipo vitoriano sigue mostrándose como un grupo capaz y convencido de sus posibilidades. Veremos lo que depara la temporada, pero el inicio es esperanzador, nada que ver con el del año pasado.