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Protagonista

Dos episodios interesantes en lo que va de semana en Catalunya. El primero, el lunes, lo contaba así La Vanguardia: “Puigdemont lanza una OPA al PDeCAT y ERC con su marca independentista”. El segundo, el miércoles, lo titulaba así: “Cisma en el soberanismo: JxCat carga contra Torrent por la suspensión de Puigdemont y ERC les acusa de mentir”. Es solo un ejemplo. No hagamos tampoco dramas, porque no es la primera vez -y probablemente no será la última- en que el soberanismo catalán exhibe sin pudor sus más que notables diferencias. Y seguramente no será ni la primera ni la última vez en que, después del conveniente navajeo y el desahogo de más o menos decibelios, unos y otros acaben poniendo sordina a la bronca y tirando para adelante. En cualquier caso, sí resulta notable el sólido protagonismo personalista alcanzado por Carles Puigdemont en las filas del soberanismo catalán, muy por encima del de su predecesor Artur Mas, entre otras cosas porque su programa político hace tiempo que arrolló a la post Convergència del PDeCAT, sacudida en su momento por JxCat y ahora por la Crida Nacional per la República. Un protagonismo al que el cerco judicial probablemente ha dotado de tintes épicos. Y todo después de casi nueve meses fuera de Catalunya.