Superviviente Rajoy
no soy capaz, cuando escribo estas líneas, de adivinar qué pasará el viernes cuando se vote en el Congreso la moción de censura a Mariano Rajoy. No sé si el resto de los partidos políticos entenderá que hay que echar del Gobierno a este señor y a su partido condenado por corrupción. No sé si primará este axioma o la iniciativa presentada por Pedro Sánchez decaerá finalmente por la incapacidad, suya y de los demás, de pactar algo más que recortes y sillones. En todo caso, me da la impresión de que la etapa de Rajoy ha llegado a su fin. Y más cuando oigo que, en caso de que falle la moción del viernes, tanto Albert Rivera como Pablo Iglesias están prestos a proseguir la labor de acoso y derribo hasta forzar nuevas elecciones. Si esto es así, que parece que ahora sí, Rajoy es ya un cadáver político en plena descomposición. Sus desaforados ataques a diestra y siniestra y las continuas apelaciones a “o yo o el caos” demuestran una desesperación creciente. ¡Si hasta suspendió el viaje a Kiev para ver ganar a su Madrid...! Ahora bien, el gallego ya ha demostrado muchas veces su capacidad de supervivencia y su rara habilidad para salir airoso de los embrollos más inverosímiles. No se fíen del todo los que ya sonríen ante su ocaso que lo mismo le volvemos a votar en las próximas elecciones.