Antes de que nos sacudiera el terror, había bronca en Sabadell a cuenta de un informe encargado por el Ayuntamiento sobre el callejero, he creído entender que a priori con el fin de ajustarlo a la Ley de Memoria Histórica. La ley en cuestión plantea en su artículo 15 que las Administraciones públicas “tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura”. Al parecer, el informe propone un listado de calles a eliminar y aquí viene la polémica: entre ellas se incluyen las dedicadas a Goya, Quevedo, Bécquer, Larra, Machado, Góngora, Espronceda... “ejemplos paradigmáticos” del “modelo pseudocultural franquista” y “personajes hostiles a la lengua, cultura y nación catalana”. ¿Merecen estos artistas una calle en virtud de su obra? Yo creo que sí. ¿Deben tenerla por obligación? Creo que no. ¿Estamos debatiendo sobre aplicar la Ley de Memoria Histórica a autores muy anteriores al siglo XX? Convendría aclararlo quizá porque ¿no estaremos mezclando churras y merinas? Me temo que me gusta la obra de Goya, Bécquer o Machado y a veces me dan muchas ganas de huir, como el pirata de Espronceda, allá donde la única patria es la mar.