Chan Hon Meng es cocinero. Bueno, chef según la noticia que lo ha traído hasta aquí. Abro un paréntesis para comentar el curioso imperio de la palabra chef, galicismo que como todo lo que llega de Francia tiene mucho glamour y, sin duda en relación a la materia que nos ocupa, todo el fuste de un prestigio reconocido internacionalmente. Pero la palabra cocinero, o cocinera, me resulta tan respetable, hermosa y mucho más evocadora. Aunque gracias a los concursos culinarios de televisión el término chef incluso ha adquirido tintes marciales: ¡sí, chef! ¡señor, sí, señor! Cierro paréntesis. Chan Hon Meng acaba de recibir una estrella Michelin. Lo curioso del asunto es que la famosa guía francesa reconoce el arte culinario del puesto de comida callejera que Chan Ho Meng regenta en Singapur. Cuenta la crónica que por menos de dos euros el cliente puede degustar sus fideos picantes y arroces en el Hong Kong Soya Sauce. Por si pasan por Singapur, que sepan que pueden comer en todo un estrella Michelin por un par de eurillos. Y leyendo esta noticia he recordado un libro, Un viaje de diez metros. Aprovechando las fechas y que igual alguien anda buscando lectura veraniega, ahí dejo la recomendación.
