Ey, ey, ey¡” que diría el oso Yogui. ¡Nos estamos saltando un montón de fiestas de EEUU! No sé qué diantres ocurre, señores; los expertos en mercadotecnia boba han debido de despistarse. Después de haber disfrutado de la noche de jalouin, con sus disfraces y calabazas y trucootrato, todo tan cercano y nuestro, y de haber salido a la calle bajo la tormenta consumista del blacfraidai como si nos sobrara el dinero, propongo establecer en el calendario, además de los días dedicados a vírgenes, santos y protagonistas del martirologio, más festividades de raigambre yanqui, para que enterrados en barras y estrellas no se note mucho lo idiotas que podemos llegar a ser. Ya se nos ha pasado el 9 de noviembre, mecachis, el Día de la Libertad Mundial. Lo declaró Bush para conmemorar la caída del Muro de Berlín y el fin del régimen comunista. Ignoro si hay que disfrazarse de ladrillo, de espía de la Stasi o de pérfido socialista, y tampoco sé qué hay que comprar. El 8 de enero llegará el Jackson Day, en recuerdo de la Batalla de Nueva Orleans; cita obligada dada nuestra afición a los uniformes y a jugar a soldaditos. Y aunque queda tiempo, preparemos ya el primer lunes de septiembre de 2016, Labor Day en EEUU, un 1 de mayo para trabajadores sumisos y genuflexos, que los rojos manchan mucho. Ouyea!
- Multimedia
- Servicios
- Participación