No es la primera vez que trato esta cuestión, pero no he logrado averiguar ningún detalle de cualquiera de los implicados que obligue a silenciarme y, si cabe, a retractarme. Considero que todos los políticos que acceden a un puesto de responsabilidad pública (es decir: que salen elegidos en las elecciones) y que, por lo tanto, cobran del dinero de nuestros impuestos, lo cual está muy bien, deben dar ejemplo en muchos aspectos de sus vidas. Doy por sentado que los nuevos próceres municipales y forales, y todos los que forman parte de la oposición con sus propuestas, intentarán dar buen uso del dinero que dispongan durante los próximos cuatro años para mejorar la vida de gasteiztarras y alaveses (y no me refiero a lo que cobran, que ya lo trataré en otro momento), y precisamente por eso creo que es necesario que den ejemplo en determinadas cuestiones. Creo firmemente que alcaldes, concejales, junteras y demás deberían estar obligados legalmente a, por ejemplo, educar a sus vástagos en colegios públicos y tener prohibido, por ejemplo también, suscribir seguros médicos privados. No me parece descabellado cuando somos todos quienes pagamos sus sueldos, y todos formamos lo público. Su ejemplo ayudaría a cambiar algunas mentalidades y a acabar con ciertos privilegios.