El pasado 17 de marzo la Diputación alavesa convocó una reunión informativa en Laguardia para tratar, entre otros asuntos, novedades de sistemas de gestión de plantación. Apenas20 personas decidimos ir a escuchar la que se nos viene encima, pero la divulgación por parte de los organizadores fue pésima. Y la respuesta por parte de los agricultores -me duele en el alma decirlo- estuvo a la misma altura que la convocatoria. Entre la desinformación y nuestra sumisión, nos han marcado un gran gol.

A partir de enero de 2016 los derechos de plantación serán intransferibles, incluso entre familiares. Las comunidades autónomas ya no van a pintar nada a la hora de decidir cuántos derechos de plantación se otorgan y a quiénes. La normativa que entrará en vigor en pocos meses, que determina que será el Gobierno central quien autorice las nuevas replantaciones de viñedo y que condena a la DOC Rioja a crecer en superficie plantada por terceros, es una liberación de derechos maquillada. Y cada vez que se planten viñedos en los diferentes municipios de La Rioja y Navarra donde sea posible, la Rioja Alavesa perderá peso específico.

A estas alturas, ya habrá más de un oportunista mezclando política con este asunto. Pero mi único fin es proteger la agricultura de nuestros pueblos de la Sonsierra. Todos sabemos que hay una frontera física entre el Ebro y la Sierra de Cantabria y que nuestra zona es menos productiva que el resto de la DOC y ya no puede expandirse en extension. Somos una zona con diferente terruño, con un clima muy particular y esto aporta a los vinos una particularidades estupendas, pero con una limitación geográfica y por tanto, condenada por el nuevo decreto.

No esperemos a que los políticos ni las organizaciones agrarias hagan algo porque a día de hoy no han hecho nada, ni tan siquiera trasmitirnos la situación en la que nos encontramos con la nueva normativa que entra en vigor en unos meses.

Es hora de unirnos, utilizar nuestra situación geográfica en nuestro favor y si la DOC Rioja no nos deja diferenciarnos de forma transparente y contundente tendremos que tomar decisiones. Hagamos de nuestro gran inconveniente nuestra mayor virtud.