El Ayuntamiento paga una millonada a una empresa para limpiar la ciudad. Sin embargo, Vitoria está más sucia que nunca. Y la única explicación que da el PP es que tiene las manos atadas ante la suciedad en Gasteiz. La culpa es del calendario navideño, que este año ha caído fatal, demasiados días de fiesta y, claro, muchos trabajadores se han pillado vacaciones. Además ha hecho frío, en Vitoria y en invierno. Insólito. Por eso no se han baldeado las calles, para evitar que el agua se convierta en placas de hielo y los ciudadanos, que somos un poco torpes, caigamos de culo. Para más inri, los camiones de la limpieza están viejos y ensucian más que limpian. Sin olvidar a los pobres muertos de hambre que revuelven en las bolsas de basura y esparcen los desperdicios en busca de un mendrugo de pan. Argumentos, como ven, de sobrado peso como, para encima, exigir a la empresa que limpie las calles. Pero estén tranquilos los vitorianos porque la suciedad en Gasteiz tiene los días contados: Javier Maroto va a multar a FCC con 15.000 euros -que tiemble la multinacional-. A cambio es posible que le renueve contrato por otros ocho años a 25 millones cada uno. Eso sí, esta vez sólo cobrará si cumple con su trabajo. Es lo que tiene la basura, que apesta.
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