La retirada de los edificios públicos oficiales y de los centros educativos de toda imagen o estatua religiosa, de crucifijos o de belenes, está en realidad acorde con la actitud de los cristianos que no hemos eliminado el segundo mandamiento del decálogo divino, pero simultáneamente se exponen símbolos mitológicos paganos. Al parecer, el neopaganismo tiene licencia.
Los que recordamos la natividad de Jesucristo podríamos aprovechar para trasladar su celebración a su fecha más probable, que es al final del verano, seguramente coincidente con la fiesta judía de los tabernáculos o cabañas hasucot.