Se hablará también de la situación de Eliseo Gil. La sociedad ha recompesado con gran generosidad sus grandes descubrimientos: lapidación mediática, deshonor, desempleo forzado y olvido. Seis años en esa situación. Y eso que a día de hoy no existe ninguna acusación contra él por parte de jueces o fiscales. Una verdadera tortura. No nos extrañaría que la historia equiparara Altamira con Iruña-Veleia y Marcelino Sanz de Sautuola con Eliseo Gil.
He mencionado la palabra olvido. Los últimos dos o tres años se está dando una especie de damnatio memoriae sobre este asunto. No existe. Ni reportajes, ni columnas, ni tertulias, ni entrevistas. De vez en cuando, algún pobre francotirador consigue colar alguna carta o artículo de opinión.