Ha dicho Francesc Homs, portavoz de la Generalitat de Catalunya, que entre el 13 y el 15 de octubre habrá que decidir si se celebra o no la consulta. Después de la maratoniana reunión de los partidos que impulsan el 9-N, que se saldó con una entrañable foto de unidad y no nos moverán, Homs tuvo ayer que dar marcha atrás después dar a entender, comprometiendo esa imagen, que eso de la consulta el 9 de noviembre no estaba tan claro. El tema es que tampoco sabemos realmente qué ocurrió en aquellas siete u ocho horas de reunión... Habría que aliñar los últimos acontecimientos con la enésima encuesta que pronostica una victoria de ERC de celebrarse ahora elecciones en Catalunya, los equilibrios de Artur Mas en el filo de la navaja con el aliento de la Fiscalía General del Estado en el cogote y un amplísimo espectro social de la ciudadanía catalana pendiente de que no dé un paso atrás, Unió que también hace su particular ejercicio de funambulismo... Es curioso porque, pase lo que pase -las incógnitas casi siguen siendo las mismas-, todo apunta a que Artur Mas -con CiU- se va a comer un marrón, la cuestión es de qué tipo: electoral, judicial, social, político... Y todo apunta también a que, pase lo que pase, ERC tiene todos los ases en la mano.