Que sí oiga, que lo dicen hasta los empresarios alaveses, que el mantra de los brotes verdes ya no es nada, que dicen que estamos en el inicio del principio, que sale el sol y las nubes se levantan, que la crisis ya no es tal porque somos la leche, hemos hecho esfuerzos y ya podemos salir a la calle a darnos besos y abrazos porque lo peor ha pasado. No, no se ponga en plan sarcástico, esto no son cantos de sirena porque el año que viene vaya a haber dos citas con las urnas, como mínimo, y alguno quiera transmitir lo que no es para ganar votos. Bueno, vale, que la ironía escrita a veces no se entiende bien. Lo diré de otra forma. Sí, es posible que algunos índices se están empezando a comportar pero, de verdad, piense en su día a día, en la gente que tiene cerca, en sus hijos, en su cartera... Y después reflexione por un segundo si hoy está mejor que ayer. Si lo piensa, verá que no, pero que los mensajes que recibe desde el ámbito político son contrarios a sus ideas por un simple hecho: el poder sólo tiene un objetivo que es afianzarse y perpetuarse, y ello depende en gran medida de que el resto se crea sus mentiras. A partir de ahí usted sabrá. Pero no dude que de aquí a la próxima ¿fiesta? de la democracia, esto va a parecer Los mundos de Yupi.