Pocas veces se habrá escuchado al máximo responsable de una determinada área de un gobierno una autocrítica tan clara, exhaustiva y contundente como la expresada el pasado viernes en el Parlamento Vasco por parte del consejero de Empleo y Políticas Sociales, Juan María Aburto, respecto al funcionamiento de Lanbide, el Servicio Vasco de Empleo. "No ofrece la calidad que requiere la actual situación laboral", resumió Aburto. En la entrevista que publicó ayer DNA con el consejero, abundó en esta autocrítica y añadió que existe "falta de confianza del sector empresarial en Lanbide, porque seguramente ni ofrecemos el perfil adecuado ni lo hacemos en el momento oportuno". La primera premisa para mejorar una actividad, organismo o servicio es, evidentemente, acertar con el diagnóstico tanto respecto a sus carencias como a sus virtudes. En este sentido, el responsable de Empleo y Políticas Sociales fue exhaustivo durante su exposición en la Cámara. Básicamente, aludió a las múltiples dificultades con que se ha encontrado Lanbide ya desde su convulsa constitución, fundamentalmente la siempre complicada integración de servicios y la incorporación a sus funciones de la gestión de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) y de la Prestación Complementaria de Vivienda (PCV), que han supuesto un "esfuerzo ingente" por parte de la plantilla y ha obligado, en parte, a desviar funciones y recursos. La actual situación de crisis y, sobre todo, el alto nivel de paro que aún padece Euskadi es incompatible con un servicio de empleo que no alcance la eficacia y calidad requeridas. Por ello, y una vez hecho es diagnóstico, deben corregirse de forma urgente las disfunciones que frenan la operatividad de Lanbide. Aburto avanzó, en este sentido, en la misma comparecencia en el Parlamento los contenidos del Plan Estratégico de Lanbide 2013-2016, que contiene siete ejes básicos de actuación claves para que el Servicio Vasco de Empleo sea el instrumento que empresas y trabajadores vascos necesitan hoy en día. Lógicamente, la prioridad es ofrecer un servicio de intermediación laboral lo más eficaz posible, lo que supone volcarse en la mejor orientación al demandante de empleo, pero siempre conociendo bien las necesidades de los distintos sectores y empresas con el objetivo de superar el insuficiente 2% de intervenciones de Lanbide hasta ahora.
- Multimedia
- Servicios
- Participación