Hoy es segundo de mayo. No creo que nadie tenga nada que objetar: si ayer fue primero, hoy es segundo; subcampeón, pues, medalla de plata. Antes se utilizaba el cardinal para los días del mes, al menos en el castellano peninsular, porque en América es más habitual el uso del ordinal para designar el primer día de abril, junio o septiembre, tal como indica el Diccionario panhispánico de dudas. Acotemos el terreno. En realidad, sólo suele llamarse "primero" al uno de mayo. Me imagino que se tratará de una contaminación de lenguas: lo que antaño era 1 de mayo -o Uno de Mayo, por enfatizar El Día Internacional de los Trabajadores-, desde hace ya un tiempo es Primero de Mayo (y por el camino los sindicatos han perdido prestigio y protagonismo, sobre todo por una incansable campaña del poder político y económico ya ensayada en otros países, lo cual añade motivos para salir a la calle y tumbar este sistema. Fin del mitin). Llegados a este punto del texto y al segundo de mayo del calendario, sólo me queda desearles un divertido vigésimo quinto de julio, Día del Blusa, un feliz quinto de agosto, festividad de la Virgen Blanca, y que el próximo vigésimo octavo de abril lluevan perretxikos y caracoles. Los buenos propósitos, siempre por delante, los primeros.