EL Consejo de Ministros del Gobierno que preside Mariano Rajoy aprobó ayer el anteproyecto de reforma de las pensiones que elimina la actualización de las mismas en virtud del IPC y reducirá el poder adquisitivo de los actuales y futuros pensionistas en cientos de euros anualmente. Y lo hizo a pesar del informe del Consejo Económico y Social (CES) contrario al nuevo sistema de cálculo, que el Ejecutivo denomina de revalorización aunque difícilmente las revalorizará, lo que lejos de contribuir al sostenimiento del sistema de pensiones lleva a su paulatino complemento a través de la contratación de seguros privados. El Gobierno que preside Rajoy ha decidido la congelación de los salarios de los empleados públicos, por cuarto ejercicio consecutivo, a pesar de sus reiteradas promesas en sentido contrario y de que dicha congelación no solo afecta al consumo sino también a la calidad de los servicios públicos, lo que indirectamente lleva asimismo a su sustitución. El Gobierno que preside Rajoy acaba de admitir que a pesar de la mayor presión impositiva y del incremento del IVA, que ha saqueado las economías familiares y minimizado la capacidad adquisitiva del ciudadano medio, ha recaudado -tal y como se le advirtió- menos de lo previsto, con una caída de ingresos de 2.340 millones que deben computarse como déficit. Y, sin embargo, en un ejercicio de prestidigitación ante la opinión pública, tras el Consejo de Ministros del Gobierno que preside Rajoy, su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y sus dos ministros económicos, Luis de Guindos y Cristóbal Montoro, enfatizaron la presentación de las directrices presupuestarias para 2014 y sus previsiones económicas para dicho ejercicio con un inusitado e infundado cálculo de crecimiento del PIB de un 0,7% -dos décimas más de lo previsto- y una aún más ilusoria reducción de la tasa del desempleo al 25,9% tras rebajar también la previsión de cierre de este año a una tasa de desempleo del 26,6%. Es decir, en 2014, con un crecimiento limitadísimo del 0,7%, se reduciría el paro en proporción, nada menos que un -0,7%, contraviniendo todos los análisis que sitúan la creación de empleo a partir de crecimientos superiores al 2% del PIB. El Gobierno que preside Rajoy no gobierna, adecúa balances a costa del ciudadano y elabora previsiones a pesar de la realidad. Que no nos tomen (más) el pelo.
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