LAS enaguas verdes del Palacio Europa ya tienen descripción, pero siguen ocultando lo más importante: qué hay detrás, y no es sólo la fachada. No sé si se pararon a leer con detenimiento la información que proporcionó hace unos días el equipo de gobierno municipal; si la conocen, ahórrense esta parte central del texto; si no es así, continúen y asómbrense: "La esquina sur del edificio seguirá un patrón inspirado en las estructuras naturales que crecen en Salburua. Se elaborará con sustrato inerte, que permita a los musgos y otras especies colonizar 101 metros cuadrados de superficie (...) El último trecho, antes de alcanzar el acceso al Palacio, no tendrá vegetación pero albergará una huerta de 5 metros cuadrados con hortalizas (...) Continuará un campo alavés, con tepes de sedum y gramíneas, que darán forma a un armazón agrícola de 482 metros cuadrados con caminos y parcelas. A continuación, se situará un parasol de trepadoras, de 205 metros cuadrados de superficie (...) Para rematar, el último tramo recubrirá 296 metros cuadrados, incluida la esquina norte del recinto, con una recreación de los Montes de Vitoria y su estructura hídrica". Ya ven, Álava sobre una fachada, con un par. Pero no se preocupen: lo paga el Gobierno Vasco, que se debe de alimentar con impuestos de alienígenas, en ningún caso vitorianos. Y lo que aún siguen sin decir los responsables municipales es cuánto cuesta mantenerlo. Vale, aseguran que protegerá el interior y habrá ahorro en calefacción y climatización. ¿Cuánto más? ¿Cuánto menos? Que hablen.
- Multimedia
- Servicios
- Participación