Los diputados del Parlamento Europeo comprensiblemente votaron este pasado miércoles en contra de medidas simbólicas de austeridad como la de congelarse el sueldo o la de renunciar a viajar en clase business, incómodas propuestas realizadas por el grupo de Izquierda Unitaria Europea y los Verdes, quienes buscaban introducir reformas cosméticas que mejorasen su denostada imagen.

Resulta que el Parlamento Europeo permite elegir a sus señorías en qué clase viajar haciéndose cargo de los gastos previa entrega de los billetes, cosa que les puede parecer más propio de la casa de Tócame Roque que de una institución internacional.

Aunque no se lo crean, ello supuso un avance en su momento, dado que anteriormente, el Estatuto del Diputado establecía que se les pagara de antemano una cantidad calculada para los billetes de avión de ida y vuelta en clase business, por lo que la gran mayoría viajaba en clase turista para embolsarse la diferencia.

De los 50 diputados elegidos por el Estado español, sólo cuatro votaron a favor de las medidas de austeridad señaladas -uno de cada grupo en el PP, CiU, ERC e ICV- sin que se tenga muy claro que no se hayan confundido al pulsar el botón. Se abstuvieron la del PNV y otro eurodiputado del PSOE, mientras que el resto los representantes socialistas, populares y el de UPyD lo hicieron en contra, seguramente porque, como han dichoh no sabían muy bien lo que estaban votando y en breve corregirán el voto, pero no del todo, ya que se abstendrán de congelarse el sueldo y de viajar en clase turista. Ahora bien, tal y como están las cosas por el Europarlamento, donde el que no comete absentismo laboral permanente cobra dietas con sólo acudir el viernes -como la eurodiputada bilbaina del PSE- o hace tratos millonarios con grupos de presión para sacar tal o cual ley -como el navarro del PP-, casi prefiero que declaren ir en business que en turista, pues dados los antecedentes no me extrañaría que se acogieran a la pensión completa, al todo incluido y pretendieran que corriéramos con los gastos de sus niños gratis, máxime si tenemos en cuenta que la factura de su hotel es de doce estrellas.