Es inevitable hacer balance del año en las fechas en que estamos. Dependiendo de cómo le va a cada uno la feria nos dicen los políticos, los periodistas o la vecina del quinto como será el año que viene. Lo que ya tenemos claro cada uno de nosotros es cómo ha sido hogaño.

Nos han subido el IVA, la luz y el gas, el paro y el tabaco. Nos han quitado el cheque-bebé, congelado las pensiones y bajado el sueldo de los funcionarios. Han prohibido los toros en Cataluña, fumar en los bares, los triguetones en los colegios y los crucifijos en las escuelas. Han cerrado el espacio aéreo y los chiringuitos en primera linea de playa. Han decretado el estado de alarma y han controlado a los controladores.

Esta capacidad de resistencia que tiene el genio ibérico, esta naturalidad con la que nos tomamos las adversidades y esta inclinación que llevamos en el ADN ha reírnos de las desgracias propias nos permiten ser capaces de mirar al año que viene con optimismo. Si a los alemanes les pasa la mitad de lo nuestro estarían todos muertos. Feliz año nuevo. Urte berri on.