En en la familia y en la escuela es donde más órdenes se dan y donde menos se cumplen. Lo positivo es lo contrario; que haya pocas normas, que se cumplan y que se deje en libertad al chico en lo opinable.
En la familia ha de haber pocas normas y fundamentales, teniendo en cuenta la edad de los pequeños y las circunstancias familiares. Sin embargo, a veces se dan órdenes por cualquier cosa, por impulso o por afirmar la propia personalidad.
Se cuenta de una madre de familia que le decía a su sirvienta. "Ve al cuarto de los niños, observa lo que hacen y prohíbeselo". No sabía si lo que hacían los niños era bueno o malo, pero de cualquier forma tenía que recriminar a los niños con energía. Con esta actitud se producen dos efectos: se pierde la autoridad de los padres y se falta a la estabilidad del ambiente familiar ya que lo que en un momento se podía hacer sin problemas, ahora se prohíbe arbitrariamente. Esto crea inseguridad en la personalidad de los pequeños.
Se ha de conseguir que las pocas normas establecidas se cumplan siempre. El chico ha de llegar a la convicción de que no podrá saltarse a la torera las normas familiares consensuadas entre el padre, la madre y lo hijos. También conviene que los profesores del colegio participen de las mismas decisiones y exijan al chico su cumplimiento. Esto consolida la autoridad de los padres y evita muchas rabietas.
También es negativo que la madre amenace al chico con decírselo todo a su padre para que le castigue. Con ello la madre lanza el mensaje de que no tiene ninguna autoridad y presenta al padre como el ogro malo que castiga las malas acciones de los hijos. En muchas ocasiones el padre no hace nada, porque no conoce bien el alcance de los hechos y el pequeño no se acuerda ni es consciente de sus malas acciones pasadas.
Hay que dejar libertad al chico en todo lo opinable, aunque algunas de sus preferencias no coincidan con las de los mayores. Esto hay que respetarlo en virtud de la singularidad personal de cada uno. Los padres no pueden pretender hacer a sus hijos a su imagen y semejanza.