Cuando afrontamos el último tramo del 2010, miramos al año que está a punto de finalizar con el ánimo de hacer balance y sacar conclusiones. Dentro del panorama gris que vivimos, no es difícil concluir con un punto de amargura que las cosas no están bien. Pero no todo tiene que ser negro y hay temas y asuntos que se pueden ver con otro color, de manera luminosa. Ver con otros ojos utilizando las lentes de la ilusión y la esperanza.
Viene a cuento este preámbulo porque hay un tema que invita al optimismo. Me refiero al tema de la donación de órganos y tejidos un aspecto que avanza por los terrenos de la solidaridad y el compromiso constantes, pues constantes y continuas son las necesidades de órganos y tejidos para personas enfermas. Para que el grifo de la solidaridad continúe manando es imprescindible que desde las asociaciones y los medios de comunicación sigamos haciendo continuos llamamientos a favor de la donación y el compromiso de las personas en el momento en que una vida se apaga irremediablemente.
La donación tiene su hueco en los medios de comunicación. A lo largo del año hemos asistido a diversas informaciones sobre trasplantes desde la vertiente de los avances tecnológicos y médicos. Hace ahora un año, un equipo de investigadores logra, por primera vez, gracias a los avances médicos, devolver la función a unos pulmones dañados y convertirlos en candidatos idóneos para los trasplantes. Los largos y complicados trasplantes de cara y manos han sido un tema de actualidad para la divulgación y el debate en la sociedad. Se sigue investigando sobre los fármacos que permitan ahuyentar el fantasma de los rechazos. Cada vez están más cercan los órganos bioartificiales pues está en marcha en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, el primer laboratorio del mundo para la creación de órganos bioartificiales con células madre, en el que se pretende resucitar un corazón y trasplantarlo a un paciente que lo necesite. En Roma se ha realizado el primer trasplante del mundo de un corazón artificial a un adolescente de quince años. Los trasplantes en vivo de algunos órganos tienen su espacio.
Un continuo goteo de noticias positivas que nos confirman que los trasplantes son un tema de actualidad y que los avances en la medicina son una realidad porque detrás de estos avances hay un montón de hombres y mujeres que trabajan, investigan y hacen grandes esfuerzos para que las personas enfermas tengan una segunda oportunidad y mejoren así la calidad de vida. Toda esta labor y todos estos y otros avances en otros muchos campos de la medicina, no surgen de la noche a la mañana. Son el esfuerzo largo y continuado de mucha gente.
Este año culmina con un premio que hay que destacar. El reconocimiento a tantos años de dedicación, esfuerzo y éxito como es el trabajo realizado por la Organización Nacional de Trasplantes, modelo y referencia no sólo en Europa sino en el resto del mundo. El pasado mes de octubre recibieron en Asturias el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional: The Transplantation Society de Canadá y la Organización Nacional de Trasplantes de España. Merecen el galardón, el aplauso y el reconocimiento otorgado. Mientras todos los avances técnicos, médicos y farmacológicos siguen su curso y se hacen realidad de forma paulatina y prudencial, en la sociedad tenemos que seguir alzando la voz porque la donación sigue siendo imprescindible. Porque todavía sólo con la donación son posibles los trasplantes. Todas las donaciones son necesarias para dar vida ahí donde otra vida languidece enferma pero con la esperanza de que un donante anónimo y generoso haga posible el milagro por muchos esperado. Donde una vida se pierde sin remedio resurge otra desde la generosidad más altruista y desinteresada. La vida es para vivirla y cuando esta vida se apaga, cuando ya no hay vida, que una donación la siga haciendo posible. Los trasplantes son vida.