Tengo 60 años y estaría deseoso de pasarle el testigo de mi trabajo a uno de esos miles de jóvenes preparados que quieren trabajar. Pero, he aquí el problema: soy autónomo -porque a los 45 años, cerraron la empresa donde trabajé 25- y no me podré jubilar hasta los 65 ó 67 años. Cuando llegue ese día, tendré cotizados más de 51 años. Yo creo que los de mi generación -que luchamos tanto por los derechos de los trabajadores- tenemos derecho a que nos devuelvan algo de la riqueza generada para este país durante tantos años. Y no quiero que me hablen del espíritu de la ley, sino de justicia social.
Este Gobierno y los anteriores, han consentido, por no oír ruidos de calle, con el beneplácito de los sindicatos y el regocijo de la patronal, que en las grandes empresas aparten del trabajo a gente con 50 años o menos, dándoles suculentas nóminas de por vida, mientras que a los autónomos se nos persigue con saña, para que sigamos cotizando hasta el ultimo suspiro. Y luego dicen estos politicastros, que velan por los derechos de los trabajadores. En las elecciones de mayo os espero cuando me vengáis a pedir el voto.