Dice Angela Merkel que la Alemania multicultural ha fracasado porque los inmigrantes no se esfuerzan lo suficiente para integrarse y viven en guetos. Y es que es un fenómeno humano universal: cualquier inmigrante, por comodidad y seguridad, prefiere relacionarse con sus conciudadanos en su propia lengua. Como los suecos en la Costa del Sol o los alemanes en Mallorca. Lógico que la integración no funcione si el inmigrante y el nativo no se relacionan. La responsabilidad es del inmigrante por comodón, del nativo por sus prejuicios y de la administración por no distribuir mejor la inmigración para facilitar la integración social y lingüística.