después del enorme parón deportivo que se produce en agosto, llega este fin de semana y nos vamos a empachar. Apunten: empieza la Liga de fútbol, el Mundial de baloncesto, la Vuelta, hay coches y motos... A ver cómo digerimos todo esto sin perder la compostura, que todavía nos falta ritmo y no sé yo si nos hemos cuidado lo suficiente durante las vacaciones como para afrontar un principio de temporada tan exigente. Me da a mí que volvemos con algún kilito de más, que tanto calor nos empujaba inexorablemente hacia el chiringuito de turno. Sardinas, chopitos, pimientos verdes, paella y cerveza, mucha cerveza. O tinto de verano, que el sol nos hace perder la cabeza y nos decantamos por cosas que a pie de playa nos saben muy ricas, pero que luego no probamos más en todo el año. ¿No les pasa? Pues eso, que llega de golpe y porrazo la temporada y no les veo muy concienciados. Miren que los puntos de ahora valen igual que los de mayo, y entonces será más complicado sorprender a los rivales, ya mucho más rodados. Así que manos a la obra sin más dilación y prepárense para rendir al máximo nivel desde el mismo sábado. Por supuesto, no se olviden de llenar la nevera, actualizar los canales de TDT, colocar los canales en el orden más apropiado y tener un sitio escogido y reservado en el sofá. Y el mando cerca, que si no luego hay que levantarse a por él y buscándolo se pierde tiempo, energía y concentración. Adviertan a sus familias de que las vacaciones han terminado. Empieza el baile. ¡Qué cruz!
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