EL resbaladizo adoquinado de las dos rotondas de la calle Fueros de Agurain y el tramo comprendido entre ellas, supone un riesgo para los vehículos y los peatones que se ven obligados a circular por esa zona.
La calle Fueros de Agurain, tan transitada por ser la que atraviesa el pueblo y por acoger dos paradas de autobús, una parada de taxi, varias entidades bancarias y la entrada principal al casco histórico, reluce y brilla con respecto al resto de esa misma travesía. Pero ese brillo no es debido a la pulcra limpieza a la que el tramo en cuestión está sometido, sino al deslizante adoquinado que el Ayuntamiento ha puesto como firme, adoquinado que los vecinos venimos sufriendo desde hace ya demasiado tiempo.
Por allí los coches pasan despacio, pero es inevitable que las ruedas patinen y los aguraindarras nos hemos acostumbrado ya al chirriante sonido de los neumáticos que resbalan en las dos rotondas. Los autobuses se ven con serios apuros para pasar, no sólo por lo estrecho de la calle, que también, sino porque corren el riesgo de que las gomas no se adhieran lo suficiente al piso y se queden cruzados en mitad de alguna de las rotondas. Los peatones, por su parte, se ven obligados a medir cada paso que dan y a pisar con firmeza para no resbalarse y caer al suelo.
Eso cuando el piso está seco, porque cuando está húmedo, o sea, en condiciones normales, la cosa se complica. Y qué decir de la nieve y el hielo, tan habituales en nuestro pueblo durante los meses de invierno. Si sobre un buen asfalto ya es un peligro transitar cuando ha helado o ha nevado, sobre el adoquinado de Agurain resulta aún peor, toda una proeza, y se repiten las escenas de coches que no pueden parar o de viandantes que agitan los brazos para tratar de mantener el equilibrio.
Pero aún hay otro colectivo para el que el brillante adoquinado resulta, si cabe, aún más comprometedor: el de los moteros.
Algunas asociaciones de motoristas de Álava, como el Moto club Carpe Diem, coinciden en lo aventurado que resulta pasar por la calle Fueros de Agurain encima de dos ruedas, sobre todo cuando el piso está húmedo. Según palabras textuales de un socio de este moto club, palabras que hago mías, pues también soy motero: "Esas dos rotondas son todo un desafío a la verticalidad. Muy mal rollo".
Por todo ello, desde Alternatiba de Agurain exigimos que el Consistorio estudie y ejecute un plan de sustitución del firme en dicha calle Fueros, por la seguridad de tod@s los aguraindarras.
Jorge Segoviano
Colectivo Alternatiba en Agurain