la Navidad la sangre altera, que ya sé que no rima, o el dedo hace temblar, que pega menos. Pero así debe ser visto lo que se vivió ayer en el Congreso de los Diputados, ésos señores o señoras que cobran un mínimo de 3.126,52 euros al mes -a los que hay que sumar otros 1.823,86 para aquellos que hayan sido elegidos en circunscripciones fuera de Madrid-. Y nos olvidamos del presidente, los cuatro vicepresidentes, otros tantos secretarios, los portavoces y portavoces adjuntos de los grupos, que añaden a sus sueldos jugosos bonus en concepto de complementos, gastos de representación y de libre disposición. Pues la mayoría de estos tipos que cobran a nuestra costa sólo hacen bulto, o sea, votan de vez en cuando y sin pensar, que para eso existe la disciplina del partido. y de tanto no pensar se les olvida hasta qué botón apretar cuando son requeridos sus ilustres dedos. Resulta que los representantes de CiU y PNV se equivocaron y apoyaron el nuevo modelo de financiación autonómica cuando, en un principio, no estaban de acuerdo. El resultado no varió porque el PSOE ya se había garantizado la mayoría absoluta en base a los apoyos de otros grupos pero no me digan que no suena a cachondeo. Tanto o más que lo ocurrido en el Senado, donde el error cometido por dos miembros del PSOE en las votaciones supuso la aceptación de 14 enmiendas presentadas por CiU que suman 253 millones de euros al Presupuesto. Y todos riéndose las gracias y pasándoselo en grande. Debe ser muy divertido. ¡Fiesta, fiesta!