El Tribunal Superior de Bogotá absolvió este martes en segunda instancia al expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) del delito de soborno en actuación penal al fallar la apelación que hizo su defensa por la condena a 12 años de cárcel que le fue impuesta en agosto pasado, en un proceso que incluye además el delito de fraude procesal.

"No se acreditó directa o indirectamente que Álvaro Uribe hubiera instigado el delito de soborno en actuación penal (...); por tanto, la Sala revocará la condena impuesta a Álvaro Uribe Vélez como determinador del delito de soborno en actuación penal", dijo el magistrado Manuel Antonio Merchán al leer el fallo. 

La absolución se da en el caso de supuestas presiones a Carlos Enrique Vélez y Eurídice Cortés, y falta que el Tribunal se pronuncie, en la lectura que aún no ha concluído, sobre un tercer implicado en el mismo delito de soborno, el exparamilitar Juan Guillermo Monsalve, quien está preso.

Monsalve acusó a Uribe de haber promovido la creación del Bloque Metro de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), y asegura que un abogado del expresidente lo presionó en la cárcel para retractarse de lo dicho en contra del exmandatario en el caso que lo enfrenta con el senador de izquierdas Iván Cepeda.

Error de interpretación en la primera condena

El magistrado Merchán recalcó que el Tribunal encontró un error de interpretación jurídica en la aplicación del "dolo eventual" como fundamento de la condena de primera instancia, emitida por la jueza Sandra Heredia, del Juzgado 44 Penal del Circuito de Bogotá, ya que la figura de la determinación penal exige "dolo directo".

Uribe, fundador y líder del partido de derecha Centro Democrático, se convirtió el 1 de agosto pasado en el primer expresidente de Colombia en ser condenado penalmente tras ser hallado por Heredia culpable de los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal.

El expresidente afronta esta parte de su juicio en libertad luego de que a mediados del mes pasado la Corte Suprema de Justicia confirmara la decisión del Tribunal Superior de Bogotá que lo dejó en libertad hasta que la sentencia fuera firme.

Este caso se remonta a 2012, cuando Uribe demandó al senador Cepeda ante la Corte Suprema de Justicia por supuesta manipulación de testigos, mientras este preparaba una denuncia en el Senado en su contra por presuntos vínculos con grupos paramilitares. La Corte no solo decidió no investigar a Cepeda, sino que abrió un proceso contra Uribe al encontrar indicios de que manipuló testigos para evitar que lo relacionaran con los paramilitares.