Al menos 27 palestinos han muerto durante la madrugada de este miércoles tras bombardeos del Ejército de Israel contra una vivienda en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza.

La mayor parte de las víctimas eran personas desplazadas, mientras que un gran número de ciudadanos han resultado heridos de distinta gravedad, según fuentes locales consultadas por la agencia de noticias palestina WAFA.

Las Fuerzas Aéreas israelíes también han atacado durante la noche el norte y este de la ciudad de Gaza, en este último, se han registrado un número indeterminado de víctimas mortales. Además, han apuntado a la ciudad de Beit Lahia, en el norte del enclave.

Asedio al hospital de Al Shifa

El Ejército israelí dijo haber arrestado ya a más de 300 personas en la operación militar que continúa activa en el hospital Al Shifa, en la ciudad de Gaza, al tiempo que el director del Mosad (servicio de inteligencia exterior) regresó a Israel, desde Catar, tras ser enviada una contrapropuesta de tregua al grupo islamista palestino Hamás.

Además de estos arrestos -y la muerte de medio centenar de supuestos milicianos- este martes se produjeron también intensos ataques en el último día a lo largo de toda la Franja.

En ellos, han fallecido decenas de civiles, además de varios agentes de Policía encargados del reparto de ayuda humanitaria en diversos puntos del enclave, según confirmaron fuentes palestinas y del Gobierno de Hamás.

Los bombardeos fueron también constantes en otros puntos de la ciudad de Gaza, donde al menos seis personas murieron en un ataque con dron contra una vivienda en el barrio de Sheij Radwan, además de ataques de artillería en los barrios de Tal al Hawa y Sheij Ajlin, al oeste de la ciudad, según informó la agencia palestina Wafa.

Tregua poco probable

En Israel, el jefe del Mosad, David Barnea, regresó este martes desde Doha, la capital catarí, para informar al gabinete de guerra sobre cualquier avance tras el inicio de las negociaciones, que una vez más buscan alcanzar una tregua y un acuerdo para liberar a los 134 cautivos de Hamás.

Un alto funcionario israelí que pidió el anonimato dijo que hay "pesimismo" en cuanto a la posibilidad real de que se alcance un acuerdo, pero según el portavoz de Exteriores catarí, Majed al Ansari, se ha envíado una contrapropuesta a Hamás.

"Estos pasos hacia adelante y atrás continuarán con más reuniones. La situación es bastante fluida y, en este momento, no puedo dar una línea de tiempo ni pasos claros (sobre las conversaciones)", aseveró, aunque ayer la prensa israelí vaticinaba que podría durar varias semanas.

De acuerdo con el último borrador sobre la mesa, Hamás sigue exigiendo un alto al fuego definitivo a la guerra, algo que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, nunca ha sopesado; además de la liberación de entre 35-40 civiles (mujeres, niños y ancianos) por unos 800 presos palestinos, y de cinco mujeres soldado israelíes por unos 50 prisioneros más cada una, algunos de ellos condenados a cadena perpetua.

Después de más de cinco meses de guerra que ya ha causado unos 31.800 muertos, de los que más del 70 % son mujeres y niños, la mitad de la población de Gaza sufre ya "inseguridad alimentaria catastrófica", según un informe ayer de la Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria (IPC, por sus siglas en inglés), un barómetro usado a nivel mundial.

Riesgo de hambruna

En medio de una amenaza de hambruna generalizada en la Franja de Gaza, las cerca de 200 toneladas de ayuda humanitaria llegadas la semana pasada a la Franja de Gaza en el barco 'Open Arms' a través del corredor humanitario abierto desde Chipre han sido distribuidas este martes en el norte del enclave palestino, según ha confirmado la organización World Central Kitchen.

"World Central Kitchen ha entregado las casi 200 toneladas de alimentos a comunidades en el norte de Gaza que llegaron en nuestro primer envío marítimo de ayuda", ha dicho, antes de indicar que esta ayuda ha llegado a "familias que están ante el riesgo de la hambruna".

Así, ha indicado que "la entrega de arroz, harina, legumbres, vegetales y proteínas a familias en el norte, donde el acceso a la ayuda está fuertemente restringido, demuestra que una comida necesitada de forma desesperada puede ser entregada a través del mar"