El Ejército israelí dijo este domingo que ha logrado afianzar posiciones a lo largo de la costa de la Franja de Gaza, cada vez más dividida entre norte y sur, mientras estrecha el cerco sobre la ciudad de Gaza e intensifica ataques en el enclave, donde se interrumpió de nuevo la conexión de telefonía e internet.

"Estamos atacando ampliamente sobre Gaza, hay un ataque extenso contra infraestructura terrorista, terrestre y subterránea", declaró el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, que destacó que sus tropas ya "llegaron a la costa y están manteniendo" esta posición en el área central de la Franja, lo que hace que la fragmentación entre norte y sur del territorio se acentúe cada vez más.

"Hoy existe el norte de Gaza y el sur de Gaza", remarcó Hagari, que aseguró que el Ejército se compromete a continuar permitiendo que los civiles abandonen el norte de Gaza y se dirijan al sur, después de que este domingo las fuerzas israelíes dieran paso a grupos de palestinos que iban hacia el área meridional como parte de un corredor humanitario que estuvo abierto durante algunas horas.

Poco antes, la compañía de telecomunicaciones palestina Paltec informó de un corte total de la línea telefónica y de internet, lo que dejó casi incomunicado el enclave por tercera vez desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás hace casi un mes.

A su vez, el Ejército informó de que avanza en su ofensiva terrestre que dura más de una semana en medio de combates, lo que ha hecho que atacara ya "a más de 1.600 objetivos".

Su estrategia con estos pasos es acrecentar la división entre norte y sur de la Franja para "rodear a las fuerzas de Hamás en la ciudad de Gaza y atacar y destruir objetivos marcados, entre ellos activos importantes y centros de mando y control" de los milicianos, según explicó la portavocía militar.

Estas últimas horas, agregó el Ejército, los soldados "atacaron alrededor de 50 objetivos, incluidas zonas de combate, residencias operativas, puestos de avanzada, puestos militares, infraestructura subterránea, y eliminaron también terroristas en combates cuerpo a cuerpo", lo que en poco más de una semana se ha saldado a su vez con una treintena de militares israelíes muertos.

Grave crisis humanitaria

El Ejército también dijo que sus ataques aumentaron de intensidad esta tarde, mientras la devastación es cada vez más grande en un enclave con una grave crisis humanitaria por un cerco israelí casi total de alimentos, agua, medicina y combustible que deja sin prácticamente electricidad a la población y mayoría de hospitales.

En el que es ya el trigésimo día de guerra, las fuerzas israelíes aseguraron hoy también que Hamás usa dos hospitales del norte del enclave, el Indonesio y el Catarí, como tapadera "para su estructura terrorista" de túneles subterráneos, un extremo negado después de forma rotunda por el portavoz del Gobierno de Gaza, Salama Marouf.

Éste acusó a Israel de "difundir desinformación como pretexto para atacar los hospitales" y aseguró que el Gobierno de Gaza -bajo control de Hamás- "está preparado para recibir a cualquier comité internacional que demuestre que lo que dice Israel son mentiras".

El grupo islamista, por su parte, llamó al secretario general de la ONU, António Guterres, a que forme una comisión extranjera que visite los hospitales "para verificar la falsa narrativa de la ocupación sobre su uso como escondites" en túneles subterráneos.

Nuevo ataque al campo de refugiados de Al Maghazi

Desde el estallido de la guerra el pasado 7 de octubre, cuando Hamás sacudió Israel en un ataque sorpresa que se saldó con 1.400 muertos, los palestinos fallecidos por los bombardeos israelíes en Gaza son más de 9.700 y hoy hubo duros ataques en lugares como el campo de refugiados de Al Maghazi, que dejaron decenas de muertos.

Según fuentes médicas de Gaza, al menos 200 personas murieron en los bombardeos de las últimas horas.

Por otro lado, siguió habiendo intercambios de fuego entre el Ejército israelí y milicias del sur del Líbano, en el marco de una escalada de violencia en la zona fronteriza que este domingo escaló más por ataques en los dos países que causaron muertos civiles.

Por una parte, un supuesto ataque israelí con un dron mató a una anciana y tres niños en un coche en una aldea al sur del Líbano y la milicia chií libanesa Hizbulá lanzó varias ráfagas de misiles antitanques contra territorio israelí, causando la muerte de un civil.

Tras lo sucedido, el jefe de Estado Mayor del Ejército israelí, Herzi Halevi, advirtió de que sus fuerzas "están listas en cualquier momento para pasar a la ofensiva" en el flanco norte con Líbano.