La capital de Libia, Trípoli, se ha convertido desde esta pasada madrugada en escenario de uno de los enfrentamientos más intensos de las últimas semanas entre las fuerzas afines al Gobierno de unidad liderado por el primer ministro, Mohamed Hamid Dbeibé, y milicias asociadas al gobierno paralelo de Fazi Bashaga en el este del país, que estarían protagonizando un avance hacia la ciudad tras denunciar desde hace meses como ilegítimas a las autoridades de la capital, según fuentes locales.

Los combates de Trípoli están enfrentando a la llamada Fuerza de Apoyo y Estabilidad, a las órdenes del Gobierno de unidad, contra milicias lideradas por Haitem Tajouri, y se han saldado de momento con siete muertos y 31 heridos, según informan fuentes médicas a la cadena Al Arabiya.

El alcalde de la ciudad, Ibrahim Al Shibl, ha denunciado una situación "trágica" en varios barrios --en especial en Bab Ben Ghashir, Jamhouria, Zawiya y Nasir, epicentros de los combates esta mañana-- mientras el Servicio de Ambulancias y Emergencias de Libia ha pedido una tregua para abrir corredores seguros en la capital.

En un comunicado recogido por el portal Libya Observer, el Gobierno de Unidad Nacional ha deplorado todos los combates y confirmado el "fracaso de las conversaciones de paz" con el gobierno paralelo de Bashaga tras acusar a este último de "optar por la violencia".

De igual modo, el Gobierno de unidad libio ha alertado de la aparición de "concentraciones militares" desde la carretera costera hacia el este de Trípoli "para desestabilizar la seguridad de la ciudad, en un miserable intento de ampliar el círculo de agresión contra la capital".

Fuentes del Libya Observer han precisado que se trataría de milicias afines a Bashaga que han avanzando desde la región de Warshafana y ahora están enzarzadas en nuevos combates contra fuerzas del Gobierno de unidad en Janzour, en el oeste de la ciudad.

La primera reacción internacional ha venido del portavoz del secretario general de las Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, quien ha afirmado que el Consejo de Seguridad observa "con preocupación" los acontecimientos en Libia, incluida la movilización de fuerzas y las amenazas de recurrir a la confrontación violenta en Trípoli con fines políticos, y ha pedido acciones inmediatas para cesar la violencia.

A continuación, Estados Unidos, Reino Unido y Países Bajos han expresado su preocupación por los combates en Trípoli. Desde la Embajada norteamericana se ha trasladado la "profunda preocupación" de la Casa Blanca. "Apoyamos al pueblo libio en su llamamiento a un diálogo pacífico", ha hecho saber en un comunicado.

Del mismo modo, la Embajada británica emitió un breve comunicado a través de Twitter pidiendo "el fin inmediato de la violencia en Trípoli" y condenando "cualquier intento de tomar o mantener el poder por la fuerza".

Mientras tanto, el embajador holandés Dolf Hogewoning ha instado a todas las partes a "abstenerse de actos violentos" y pidió "medidas pacíficas y diálogo en beneficio de todos los libios".

Cabe recordar que Bashaga ha intentado tomar el control de Trípoli hasta en dos ocasiones --el 22 de julio, los enfrentamientos dejaron 16 muertos y alrededor de 50 heridos-- antes de renunciar para evitar una lucha armada en firme. Ahora mismo su gobierno tiene su sede en la ciudad de Sirte, pero el primer ministro del este del país lleva días amenazando con llevar a cabo una ofensiva definitiva contra la capital.

Dbeibé llegó al poder tras el histórico alto el fuego de 2020 que puso fin a un año de combates entre las fuerzas de Trípoli y del este del país, lideradas por el mariscal rebelde Jalifa Haftar.

El Gobierno de transición tenía el mandato de llevar al país a elecciones en diciembre pasado, pero nunca se llevaron a cabo debido a las divisiones sobre las reglas y la presencia de candidatos controvertidos, hasta culminar en el polémico nombramiento de Bashaga.

LA ONU URGE AL "CESE INMEDIATO DE LAS HOSTILIDADES"

La misión especial de la ONU en Libia (UNSMIL) urgió este sábado "al cese inmediato de las hostilidades" entre milicias rivales en barrios residenciales de Trípoli, que desde anoche han causado la muerte de al menos siete personas.

"Naciones Unidas en Libia están profundamente preocupadas por los enfrentamientos armados en curso, incluidos los bombardeos medios y pesados indiscriminados en barrios poblados por civiles en Trípoli, que según informes están causando víctimas civiles y daños a instalaciones civiles, incluidos hospitales", expresó la organización en un comunicado.

Los choques armados afectaron a la residencia del alcalde de Trípoli y al Hospital de la ciudad y servicios médicos confirmaron la muerte del comediante libio, Mustafa Baraka, mientras hacía una transmisión en directo por redes sociales.

Grupos armados que respaldan al Ejecutivo paralelo de Fathi Bashagha -con sede en Sirta- se enfrentan desde anoche contra fuerzas del jefe del Gobierno de Unidad Nacional (GUN), Abdulhamid Dbeibé -radicado en Trípoli-, en una de las jornadas más violentas desde la nueva división política.

"Es imperativo también que todas las partes se abstengan de utilizar cualquier forma de discurso de odio e incitación a la violencia", reclamó UNSMIL.

Libia vive hoy una de las jornadas más violentas y preocupantes desde la aparición en febrero de una administración paralela al GUN, con la designación de Bashaga como primer ministro por parte del Parlamento, controlado por el mariscal Jalifa Haftar, hombre fuerte del este del país.