Al menos 31 personas han resultado heridas, dos de ellas graves en nuevos enfrentamientos entre las fuerzas de Israel y palestinos este viernes en la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén, en el marco de la escalada de violencia en la zona.
Los enfrentamientos entre palestinos y la Policía de Israel han estallado a primera hora de este viernes, 4.00 (2.00 GMT), según ha informado la Media Luna Roja, 31 palestinos han resultado heridos en los enfrentamientos, dos de ellos de gravedad y catorce han sido trasladados al hospital.
Según la Policía de Israel, cientos de personas -la mayoría enmascarados y portando banderas de Hamás- comenzaron a amotinarse durante las primeras oraciones musulmanas de la mañana, lanzando piedras y fuegos artificiales contra los agentes.
Estos nuevos enfrentamientos ocurren un día después de que el movimiento islamista Hamás instara a "movilizarse" en el rezo del viernes en el lugar sagrado.
Las fuerzas de seguridad israelíes aseguran que, los agentes esperaron a que los rezos terminaran y los fieles se dispersaran antes de intervenir, tras lo cual los enfrentamientos se intensificaron y se desplazaron en dirección al Muro Occidental.
"Las fuerzas policiales se han visto obligadas a utilizar medios de dispersión de disturbios y a hacer retroceder a la muchedumbre", esgrime un comunicado de la Policía, en el que se comprometieron a seguir garantizando la libertad de culto de todas las religiones en Jerusalén..
Según la agencia de noticias Wafa, las fuerzas israelíes han irrumpido en la mezquita de Al-Aqsa, el tercer viernes de Ramadán, y varios francotiradores desde los techos adyacentes a la mezquita han disparado balas de metal recubiertas de goma directamente a los fieles.
El ministro de Exteriores de Israel, Yair Lapid, se reunió el jueves con altos funcionarios estadounidenses con la esperanza de reducir las tensiones en Cisjordania y la Franja de Gaza en el marco del fuego cruzado entre las partes y los enfrentamientos de los últimos días en torno a la Explanada de las Mezquitas.
En el marco de esta visita, la delegación estadounidense también mantuvo una reunión con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, en la ciudad cisjordana de Ramala, donde pidió a la Administración Biden que intervenga de forma "inmediata y urgente", dada la gravedad de la situación.
Este tipo de enfrentamientos entre palestinos y policía israelí se han repetido casi a diario desde el pasado viernes, cuando hubo más de 150 heridos palestinos y 3 agentes; además de unos 400 detenidos, en una semana en la que han coincidido las celebraciones de Ramadán musulmán y el Pesaj o Pascua judía, las dos religiones para las que ese recinto es sagrado.
Según el status quo, en vigor desde 1967, Jordania custodia la Explanada de las Mezquitas, donde el culto está reservado solo a los musulmanes; mientras que los judíos solo pueden entrar como visitantes y rezar en el cercano Muro de las Lamentaciones.
Sin embargo, cada vez más colonos judíos se cuelan para rezar en el área donde se cree que se ubicó el Segundo Templo, algo visto como una provocación por el mundo árabe y los palestinos, para los que Al Aqsa es parte de su identidad nacional, y especialmente durante el mes sagrado del Ramadán.
Las visitas de judíos y las cargas policiales han provocado la condena del mundo árabe y de las milicias de Gaza, que han advertido de que es una línea roja y han lanzado cohetes desde la Franja a suelo israelí durante dos noches consecutivas, a lo que Israel ha respondido con bombardeos sobre objetivos militares de Hamás, un intercambio de fuego que de momento no ha causado víctimas.
El líder de Hamás, Ismael Haniye, desde su exilio en Qatar, indicó que "esto es solo el inicio de la batalla" y amenazó con acciones más contundentes si continúaban los disturbios en Al Aqsa.
El actual repunte de tensión comenzó hace un mes con una serie de ataques en territorio israelí, que dejaron un saldo de 14 víctimas y fueron seguidos por extensas redadas del Ejército en Cisjordania ocupada, donde desde entonces ya ha muerto más de una veintena de palestinos; antes de que la violencia llegara a Jerusalén hace una semana.
El Ejército israelí cerró la noche del jueves los cruces a Israel desde Cisjordania y Gaza como motivo del final del Pesaj, hasta el sábado, para evitar que se aprovechen las fiestas para realizar ataques, algo que es una práctica estándar cada año en estas fechas.