La agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha condenado sin paliativos el plan de Reino Unido para enviar a Ruanda a solicitantes de asilo, en lo que ha descrito como una "violación atroz" del derecho Internacional.
Gillian Triggs, secretaria general adjunta de ACNUR, ha descrito este plan como "inaceptable" y un "desarrollo preocupante" durante la crisis de refugiados de Ucrania, según declaraciones a la cadena BBC.
Triggs, también ex presidenta de la Comisión Australiana de Derechos Humanos, ha comentado que tales políticas, tal como se usan en Australia, podrían ser efectivas como elemento disuasorio, pero que había "formas mucho más efectivas legalmente de lograr el mismo resultado".
Australia ha utilizado centros de detención en alta mar desde 2001, y desde entonces miles de solicitantes de asilo han sido trasladados fuera del país.
El acuerdo con Ruanda permitirá a las autoridades británicas enviar al país africano a los solicitantes de asilo que crucen el Canal de la Mancha. El acuerdo está dotado con 120 millones de libras --144 millones de euros-- y se centrará sobre todo en hombres sin cargas familiares que lleguen a Reino Unido a través de embarcaciones o camiones.
Los detalles precisos del plan deben ser aún confirmados, pero, bajo la propuesta, Ruanda se responsabilizaría de las personas que hayan hecho un viaje de más de 6.400 kilómetros, que comenzarían allí el proceso de solicitud de asilo. Si al final este sale bien, podrán instalarse permanentemente en Ruanda.
El objetivo de Londres es "salvar incontables vidas" de ser objeto del tráfico de personas. "No podemos sostener un sistema paralelo ilegal", justificó Johnson el jueves, remarcando que la "compasión" de Londres puede ser "infinita" pero su "capacidad para ayudar" a las personas "no lo es".
En 2021, 28.526 personas cruzaron el Canal de la Mancha en pequeños botes hasta Reino Unido, según datos oficiales. En 2020 fueron 8.404. El miércoles llegaron al país europeo unas 600 personas, que podrían ser mil diarias dentro de unas semanas, según el mandatario.
Organizaciones que trabajan con refugiados ya han expresado su preocupación por el acuerdo, destacando el historial del Gobierno de Ruanda y su presidente, Paul Kagame, en cuanto a protección de los Derechos Humanos se refiere.
La propia Triggs ya condenó el jueves el plan británico. "ACNUR se opone firmemente a todo acuerdo que busque trasladar a las personas refugiadas o solicitantes de asilo a terceros países sin que existan normas y salvaguardas suficientes", denunció.
"Acuerdos de tal naturaleza trasladan responsabilidades en materia de asilo, evaden obligaciones internacionales, y contravienen el contenido y la esencia de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados", añadió.
"Las personas que huyen de guerras, conflictos y persecuciones merecen compasión y empatía. No deben ser tratadas ni transportadas al extranjero, como si fueran mercancía, para el trámite de sus solicitudes de asilo", concluyó Triggs.