La vuelta al primer plano de la Liga ACB obliga nuevamente a Paolo Galbiati a sacrificar a uno de sus tres extracomunitarios de cara a una jornada de máxima dificultad ante el Real Madrid.

El técnico italiano dejó fuera a Markquis Nowell en el primer duelo ante el Casademont Zaragoza y el debate se ha avivado tras la derrota ante el Panathinaikos.

Dado que Trent Forrest parece inamovible, está por ver si esta decisión de sacrificar al pequeño base criado en el barrio de Harlem tiene continuidad o si, por el contrario, Galbiati prescinde de un Markus Howard inmerso en su momento más bajo desde que viste la elástica del Baskonia.

Muchos aficionados azulgranas considerarían hasta cierto punto lógico que el escolta de New Jersey se tome un respiro para tratar de resetear a nivel mental y dejar atrás una de las rachas más aciagas que se le recuerdan en el lanzamiento exterior.

Angustiado y reo de los miedos, Howard no encuentra el camino hacia el aro. A la vista de su preocupante lenguaje corporal, anida la sensación en el entorno de que no le vendría nada mal un pequeño descanso para tratar de volver con energías renovadas en vísperas de otra doble jornada de Euroliga ante el París y el Partizan.

Eso sí, la decisión de excluirle de la convocatoria también conlleva su componente de riesgo porque el Baskonia no cuenta en su plantilla con otras consumadas amenazas desde la línea del 6,75, tal y como se está viendo en los primeros partidos de la temporada.

Opciones sin Markus

Sin Howard en el equipo, Galbiati podría desplazar a Forrest al puesto de dos, elevar el protagonismo de Spagnolo o también hacer coincidir en pista a Diallo y Luwawu-Cabarrot para configurar una cuerda exterior mucho más física.

"No está en forma, necesita trabajar y lo sabe. Le necesitamos", fue la arenga lanzada por Galbiati el pasado jueves cuando fue cuestionado por el bajo nivel de Howard.

Por lo tanto, las respuestas a este enigma tan solo están en la cabeza del preparador transalpino, que necesita valorar los pros y contras de apostar por cada jugador. Y todo ello en un momento donde el Baskonia necesita empezar a facturar victorias de manera urgente para no quedar descolgado de la pelea en la ACB y la Euroliga.