- El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, expresó ayer la preocupación de la Alianza por que Rusia pueda orquestar una operación falsa que incluya la utilización de armas químicas en Ucrania, a la que acusó previamente de albergar ese tipo de armamento. “Estamos preocupados por que Moscú pueda montar una operación de falsa bandera que posiblemente incluya armas químicas”, indicó Stoltenberg en una rueda de prensa previa a la reunión de ministros aliados de Defensa, al tiempo que alertó de las “absurdas denuncias” de Moscú sobre “laboratorios bioquímicos y armas químicas en Ucrania”.

Stoltenberg dejó claro que si Rusia utiliza armas químicas se trataría de una violación de la ley internacional: “Pedimos que detenga el combate y, en particular, que no utilice armas químicas”, enfatizó. En cualquier caso, recordó que Rusia ya ha utilizado previamente agentes químicos para “atacar y matar a oponentes políticos” y que también facilitó su uso varias veces en la contienda siria.

Para Stoltenberg, Moscú busca “pretextos” para emplear armas químicas y “excusas” para el uso de la fuerza, como demuestran sus recientes acusaciones a Ucrania y a los países de la OTAN de que producen ese armamento, comentó, al tiempo que añadió que Estados Unidos y otros aliados ya han recalcado que si Rusia utiliza armas químicas, “pagará un alto precio” por ello.

Stoltenberg, además, pidió evitar los “accidentes e incidentes” que podrían tener lugar en territorio aliado a consecuencia de la guerra en Ucrania, que se desarrolla cerca de las fronteras de la Alianza, e instó a que si suceden “no escapen de control”.

El secretario de la Alianza se expresó así tras la expansión de los combates a la zona occidental de Ucrania, incluido un ataque ruso en la noche del sábado contra una base de entrenamiento situada a unos 20 kilómetros de la frontera de Polonia, miembro de la OTAN y de la UE.

Además, los últimos días han aparecido informaciones sobre drones rusos detectados en Polonia y Rumanía, mientras que el 9 de marzo otro dron de fabricación rusa procedente de Ucrania se estrelló en Zagreb, tras sobrevolar Rumanía, Hungría y Croacia, sin ocasionar víctimas.

La posibilidad de que incidentes similares puedan provocar daños materiales o pérdidas humanas en el territorio de la OTAN ha planteado el interrogante de si la Alianza estaría dispuesta a aplicar en ese supuesto el artículo 5 de la organización, según el cual un ataque contra un país miembro equivale a un ataque contra todos ellos, por lo que se debe dar una respuesta militar conjunta. “Cuando vemos más actividades militares, cuando vemos de hecho combates cerca de las fronteras de la OTAN, siempre hay riesgo de que se produzcan incidentes y accidentes y, por tanto, tenemos que hacer todos los esfuerzos para evitar esos incidentes y accidentes y, si suceden, asegurar que no escapen de todo control y creen situaciones realmente peligrosas”, dijo Stoltenberg.

Stoltenberg añadió que la organización transatlántica está supervisando “muy de cerca” el espacio aéreo y “las áreas fronterizas alrededor de la OTAN”.

Lista negra. El Gobierno de Rusia anunció ayer la imposición de sanciones contra el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y el secretario de Estado, Antony Blinken, el secretario de Defensa Austin y el presidente del Estado Mayor Conjunto Milley; además de contra el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, según informó en un comunicado el Ministerio de Exteriores ruso. Las sanciones incluyen la prohibición de entrar en territorio ruso tanto para el presidente Biden como para los miembros de su Gobierno incluidos en la “lista negra”, aunque el Ministerio de Exteriores precisaba en su comunicado que Rusia no rechaza mantener “contactos oficiales” con los afectados.