El presidente estadounidense, Joe Biden, admitió este miércoles haber cometido algunos fallos en su primer año en el poder, al tiempo que pronosticó que Rusia invadirá Ucrania y generó confusión sobre cuál será la respuesta de Occidente.

En una rueda de prensa de casi dos horas, Biden hizo balance de su mandato hasta ahora en lo relativo a la pandemia, la economía y la inflación, los proyectos de ley pendientes sobre gasto social y derecho al voto, además de las relaciones con Latinoamérica, Rusia, China, Irán y el Yemen.

Sobre la crisis en Ucrania, el presidente de EEUU pronosticó que Rusia acabará por "entrar" en territorio ucraniano a con sus tropas. Aunque alertó de que Putin "no ha visto nunca sanciones como las que he prometido que se impondrán si se mueve" hacia Ucrania, Biden también generó confusión al insinuar que la respuesta de Occidente podría no ser tan dura si Moscú opta por alguna medida que no suponga una invasión a gran escala.

"Una cosa es que se trate de una incursión menor y que acabemos discutiendo (en la OTAN) sobre qué hacer y no, pero si (lo rusos) hacen lo que son capaces de hacer con una fuerza en masa en la frontera, va a ser un desastre para Rusia", subrayó.

Esa afirmación generó alarma en Ucrania, donde una fuente oficial dijo a la cadena CNN que parecía que Biden estaba "dando luz verde a Putin para entrar" en el país siempre que se tratase de una "incursión menor".

La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, se vio obligada a aclarar después en un comunicado que, "si cualquier fuerza militar rusa cruza la frontera con Ucrania", Washington lo considerará "una nueva invasión" e impondrá represalias "rápidas y graves" de forma coordinada con sus aliados europeos.

Biden también dijo que "no es el momento" de abandonar las negociaciones para salvar el acuerdo nuclear con Irán, que China "tiene una obligación" de dar más detalles sobre el origen de la covid-19, que es "muy difícil" que acabe la guerra en el Yemen y que no se arrepiente de su gestión de la retirada militar de Afganistán.

Por último, se refirió a sus conversaciones con países latinoamericanos sobre la inmigración procedente de Centroamérica y la situación en Venezuela, y dijo que ya no quiere hablar del continente como "el patio trasero" de EE.UU., sino como "el patio delantero", porque considera que son naciones "iguales" a la suya.

Envío de armas a Ucrania

Mientras, el Departamento de Estado norteamericano ha dado luz verde este jueves a tres aliados de la OTAN para que envíen a Ucrania misiles antiblindaje y otras armas fabricadas en Estados Unidos, en una decisión que se produce en medio de la tensión generada ante una posible intervención de Rusia en territorio ucraniano.

Según informa la revista Político, los aliados bálticos de la OTAN: Estonia, Lituania y Letonia, podrán transferir a Ucrania armas de fabricación estadounidense como misiles antiblindaje y antiaéreos.

Washington recibió sendas solicitudes al respecto en las últimas semanas de los tres países bálticos y la última de ellas fue aprobada el miércoles, según un funcionario de la administración del presidente Joe Biden que habló con Político bajo condición de anonimato.

La administración Biden también comenzará el proceso de envío de misiles antiblindaje, municiones y otros equipos por valor de 200 millones de dólares a Ucrania en los próximos días.

Según las regulaciones de control de exportaciones, los tres países debían obtener la aprobación del Departamento de Estado antes de transferir sus armas a Ucrania.

Maniobras militares rusas

Por su parte, la Armada rusa anunció hoy maniobras a gran escala en todo el territorio nacional con la participación de más de 140 buques y casi 10.000 soldados.

"La Armada rusa efectuará una serie de ejercicios en todas las zonas de responsabilidad de la flota", informó el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado.

El jefe de la Armada, el almirante Nikolái Yevménov, dirigirá en enero y febrero unos juegos navales en los que participarán también más de 60 aviones y un millar de equipos militares.

El objetivo de las maniobras es "la defensa de los intereses nacionales rusos en los mares" y también "la lucha contra las amenazas militares" para el país.

La nota precisa que los buques y aviones rusos se ejercitarán tanto en las aguas territoriales como en las internacionales, y también se llevarán a cabo maniobras separadas desde el mar Mediterráneo al del Norte y Ojotsk, al Océano Pacífico y la parte nororiental del Atlántico.

Al respecto, seis grandes buques de desembarco de las Flotas rusas del Norte y el Báltico ya han partido desde el puerto de Baltisk (enclave ruso de Kaliningrado) rumbo al Mediterráneo.

Coincidiendo con este anuncio, unidades de la infantería de marina rusa llegaron hoy a Bielorrusia para las maniobras "Determinación aliada-2022".

Dichos ejercicios, que EEUU consideró "preocupantes", ya que tienen lugar cerca de la frontera ucraniana, se proponen inspeccionar las capacidades de las fuerzas de reacción rápida rusas y bielorrusas en cuatro aeródromos y cinco polígonos militares.

Moscú niega que se plantee una invasión de Ucrania y defiende su derecho a realizar maniobras en su territorio y en los márgenes de la Unión Estatal Rusia-Bielorrusia, al tiempo que rechaza que éstas representen una escalada en la frontera con el vecino país.

Con todo, las maniobras militares lanzadas desde principios de año por el Ejército ruso han incrementado los temores de Occidente sobre una inminente escalada en la frontera con Ucrania.

El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, prometió ayer en Kiev mayor ayuda militar a Ucrania y alertó de que el presidente ruso, Vladímir Putin, tiene la capacidad de "duplicar" su presencia militar en la frontera con Ucrania en "muy poco tiempo".