- Un tribunal libio rechazó ayer los dos recursos que habían sido interpuestos contra la candidatura del primer ministro de Gobierno Nacional de Unidad (GNU) interino, sostenido por la ONU, Abdulhamid al Debaibah, por lo que éste podrá concurrir a las presidenciales previstas para el 24 de diciembre pese a no cumplir con el requisito de haber abandonado el cargo tres meses antes de los comicios.
Al Debaibah, un multimillonario que hizo fortuna durante la derrocada dictadura de Gadafi al frente de una de las compañías estatales de construcción, se había comprometido, además, ante la ONU a ser un gestor interino y a no optar a la presidencia en diciembre, promesa que parece tampoco está dispuesto a cumplir.
La decisión del tribunal augura nuevas polémicas ya que se produce después de que el tribunal de apelación de la ciudad costera de Zawiya, en el oeste de Libia, admitiera un recurso similar y ordenara excluir de la carrera presidencial al controvertido mariscal Jalifa Hafter, tutor del Parlamento en el este y hombre fuerte del país.
Y todo ello en medio de la polémica en torno a la exclusión del Saif al Islam, segundo hijo y presunto heredero de Gadafi, al que como a Hafter se le acusa de crímenes contra la humanidad, y que como el mariscal ha sido condenado a muerte en rebeldía por un tribunal local. Saif al Islam recusó, asimismo, a la cúpula militar y a las milicias asociadas al mariscal Hafter en el sur del país de “obstruir por la fuerza” el proceso electoral al rodear la corte de la ciudad meridional de Sebha e impedir a los jueces decidir su apelación.
Hafter, un antiguo miembro de la cúpula golpista que aupó a Gadafi y que años después, reclutado por la CIA, se trasladó a EE.UU. y se convirtió en el principal opositor en el exilio, fue igualmente acusado de crímenes de guerra durante la ofensiva que lanzó en 2014 contra el sur y el oeste de país para tratar de hacerse con el control de todo el territorio y de sus cuantiosos.