- El Ministerio de Defensa ruso anunció ayer que Rusia y China llevaran a cabo maniobras militares conjuntas de gran envergadura a mediados de agosto. “En las maniobras conjuntas participarán un total de 10.000 efectivos”, informó la entidad, citada por la agencia rusa Interfax.
Según el Ministerio de Defensa, se trata de las maniobras Xibu (Interacción) 2021, a celebrarse en territorio chino y en las que participarán por la parte rusa uniformados del Distrito Militar Oriental. Los ejercicios se llevarán a cabo en el polígono Qingtongxia de las tropas terrestres del Ejército chino, ubicado en la región autónoma Hui de Ningxia, en el centro de la nación asiática.
El Ministerio de Defensa ruso indicó que “en los ejercicios participarán aviones de combate, artillería y blindados. La dirección de las maniobras estará a cargo de una comandancia conjunta de los contingentes militares de ambos países”.
La entidad castrense indicó que estos ejercicios tienen como propósito profundizar las relaciones ruso-chinas, la asociación e interacción estratégica de las fuerzas, incrementar la cooperación militar y la amistad entre las fuerzas armadas de ambos países.
También expresaron la decisión de Rusia y China de fortalecer la cooperación en la lucha contra el terrorismo y los esfuerzos encaminados a conservar la paz y la estabilidad en la región.
El anuncio de estas maniobras militares se produjo un día después de que el Gobierno de Estados Unidos se mostrara “profundamente preocupado” por las señales de que China puede estar construyendo dos grandes campos de silos de misiles nucleares, y acusó a Pekín de ignorar “décadas de estrategia” global sobre los arsenales atómicos.
Un portavoz del Departamento de Estado aseguró a Efe que el gigante asiático está “acelerando su escalada nuclear”, después de que un informe independiente estadounidense asegurara que China está construyendo un nuevo campo de silos de misiles. “Esta escalada es profundamente preocupante, plantea dudas sobre cuál es la intención de China y demuestra la importancia de buscar medidas prácticas para reducir los riesgos nucleares”, dijo a Efe el portavoz, que pidió el anonimato.
La fuente se refería a una investigación publicada el pasado día 26 por el centro de estudios estadounidense Federation of American Scientists (FAS), según la cual China está construyendo un campo de silos en la región noroccidental de Xinjiang.
Los investigadores de FAS, que se basaron en imágenes por satélite, calculan que ese campo, ubicado cerca de la ciudad de Hami, tendrá una capacidad potencial de 110 silos, que son instalaciones subterráneas diseñadas para misiles nucleares.
El revelado por el informe de FAS es el segundo presunto campo de silos en China que sale a la luz en el último mes, tras el denunciado a principios de julio por otros investigadores estadounidenses en el centro de estudios de no proliferación James Martin, en Monterrey (California).
En este contexto, el nuevo embajador chino en Washington, Qin Gang, aseguró ayer que la “puerta” de las relaciones entre China y Estados Unidos “ya no se puede cerrar”.
El nuevo emisario de Pekín subrayó que las relaciones entre China y Estados Unidos “han seguido progresando pese a las curvas y los obstáculos” vividos durante el último medio siglo. Qin, de 55 años, trabaja desde 1992 en el Ministerio de Asuntos Exteriores chino.