- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó ayer que la violencia armada en el país es una “vergüenza internacional” y anunció una batería de medidas para abordar el incremento de estos episodios. “La violencia armada en este país es una epidemia”, aseguró.
Además, ordenó al Departamento de Justicia que prepare leyes para los estados que permitan el retiro de temporal de armas de fuego a personas consideradas en alto riesgo de lastimarse a sí mismas o a otras personas. Por otro lado, solicitó un informe completo sobre el tráfico de armas de fuego e invertir en programas de intervención en comunidades propensas a la violencia.
El mandatario enfatizó que los anuncios de ayer solo son los “primeros pasos” emprendidos para abordar la violencia armada y que, para el futuro, se prevé la prohibición de las armas de asalto o implantar un sistema de verificación de antecedentes para adquirir armas de fuego.
“Tenemos un largo camino que recorrer”, admitió, instando a los legisladores a “romper el patrón” dominante en cuanto al tratamiento que se da a las armas en la nación norteamericana. “Han ofrecido muchos pensamientos y oraciones pero no han aprobado ni una sola nueva ley federal para reducir la violencia armada”, señaló el mandatario, que ha insistido en que es “hora de algo de acción”.
Estas declaraciones se produjeron después de que el miércoles ocurriera el cuarto tiroteo del país en dos semanas.
El hombre armado mató a disparos a cinco personas, entre ellas dos menores de edad, en Carolina del Sur era el exjugador de la NFL (Liga Nacional de Fútbol Americano) Phillip Adams, quien se suicidó después de la masacre. La oficina del sheriff del condado informó que encontraron el cadáver del sospechoso en la casa de sus padres, próxima al lugar del tiroteo.
Las presuntas víctimas de Adams fueron un matrimonio, sus dos nietos de 9 y 5 años, y un hombre que trabajaba en su casa, precisó la oficina del sheriff en Twitter. Además, una sexta persona fue hospitalizada con “graves heridas”, según las autoridades.