- Al menos siete personas murieron en la violenta jornada de protestas durante la noche del miércoles al jueves en Bogotá y otras ciudades de Colombia, desencadenada por la brutalidad policial que causó la muerte al abogado Javier Ordóñez durante su arresto, informaron ayer las autoridades. “Siete particulares resultaron muertos: cinco en Bogotá y dos en Soacha”, manifestó el subdirector de la Policía, general Gustavo Moreno, en una rueda de prensa con el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo.
Los peores disturbios tuvieron lugar en Bogotá y en Soacha, localidad situada al sur de la capital colombiana, pero también hubo violencia en otras ciudades del país como Cali, Medellín, Ibagué, Mosquera y Madrid, estas dos últimas cercanas a Bogotá. El general Moreno añadió que, en los disturbios, 55 personas quedaron lesionadas y fueron ingresadas en hospitales por lesiones con objetos contundentes, 51 de ellos en Bogotá y los otros cuatro en Soacha. Igualmente sufrieron lesiones 93 policías, la mayoría de ellos en Bogotá (87) durante la oleada de vandalismo en la que fueron incendiadas instalaciones policiales y autobuses públicos. La Policía detuvo a 70 personas involucradas en los incidentes “por daño en bien público y violencia contra servidor público” tanto en Bogotá como en Medellín, Cali y ciudades del extrarradio de la capital en la que hubo violencia.
Las protestas comenzaron frente al Comando de Acción Inmediata (CAI) de la Policía del barrio Villa Luz, en el oeste de Bogotá, en el que trabajaban los dos uniformados que en la madrugada del miércoles sometieron con brutalidad y el uso prolongado de una pistola eléctrica Táser a Ordóñez, abogado de 46 años y padre de dos hijos pequeños, que falleció poco después en una clínica.
Sin embargo la manifestación, en principio pacífica, se convirtió en una acción vandálica en la que fue destruida la instalación policial y se propagó a otros barrios de Bogotá en los que hay CAI, que son cuartelillos policiales para atender emergencias. El oficial detalló que 56 instalaciones policiales fueron afectadas y que los daños más graves tuvieron lugar en 53 CAI, 49 de ellos en Bogotá, de los cuales 22 fueron incendiados. Los desórdenes dejaron además vehículos oficiales y de servicio público incendiados o dañados, además de 37 autobuses del sistema Transmilenio y 49 del Sistema de Transporte Urbano (SITP).