Estados Unidos ha rechazado este jueves el informe de Naciones Unidas que asegura que la muerte del general iraní Qasem Soleimani en un bombardeo ejecutado por el país norteamericano en enero en Irak fue "ilegal" y "una ejecución arbitraria", al tiempo que ha calificado sus conclusiones de "falsas".
El informe, elaborado por la relatora especial de Naciones Unidas sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, Agnes Callamard, también argumenta que Washington no ha aportado pruebas que justifiquen esta acción.
"Las conclusiones de la señora Callamard son falsas", ha zanjado el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en un comunicado en el que defiende que el ataque contra Soleimani se produjo "en respuesta a una serie de ataques armados cada vez más frecuentes en los meses anteriores por parte e Irán y las milicias que apoya". "Se llevó a cabo para disuadir a Irán de lanzar o apoyar nuevos ataques contra Estados Unidos o sus intereses y para degradar las capacidades de la Fuerza Quds", ha insistido.
Así, ha especificado que "Estados Unidos es transparente en cuanto a las bases del Derecho Internacional" para realizar el ataque. "Como hemos señalado en una carta del 8 de enero al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el ataque se llevó a cabo en el ejercicio del derecho inherente de Estados Unidos a la autodefensa", ha remarcado.
Soleimani murió el 3 de enero junto al 'número dos' de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP) --una coalición de milicias progubernamentales iraquíes apoyadas por Teherán--, Abú Mahdi al Muhandis, y varios milicianos iraquíes, tras lo que Irán atacó varias bases militares iraquíes con presencia de tropas estadounidenses.
Estados Unidos dijo tras el ataque que Solaimani planeaba ataques "inminentes", si bien días después el presidente estadounidense, Donald Trump, dijo que esto "no importa" debido al "horrible pasado" de Soleimani, jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní.
Por su parte, las autoridades iraquíes criticaron el bombardeo contra Soleimani y las FMP y recalcaron que esta coalición de milicias fue un elemento importante en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico, lo que llevó al Parlamento a aprobar una moción pidiendo la expulsión de las tropas estadounidenses.