La coalición internacional liderada por Estados Unidos que lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) abandonó este martes la sexta instalación militar en Irak en las pasadas tres semanas, en el marco de la retirada de la alianza de algunas bases y el reposicionamiento de sus tropas en la región.
En un comunicado, la Comandancia de Operaciones Conjuntas de Irak, que engloba a todas las fuerzas de seguridad del país, anunció hoy que la coalición antiyihadista se retiró de unas instalaciones en Bagdad que fueron la base de asesores franceses y que ahora están bajo el mando de la VI División del Ejército iraquí.
Esta entrega, la sexta en menos de un mes, se produjo "de acuerdo con el compromiso de la coalición internacional de devolver los puestos que ocupaba, entre bases y campamentos militares iraquíes", añadió la nota.
Por su parte, el portavoz de la alianza, el coronel Myles B. Caggins III, especificó en su cuenta oficial de Twitter que las instalaciones entregadas son el complejo de Abu Gharib, ubicado en la capital.
Asimismo, reiteró que la retirada de las tropas se debe al "éxito" de las fuerzas iraquíes en su campaña contra el EI y recordó que las unidades francesas continúan colaborando con la coalición internacional.
El pasado 26 de marzo "cientos" de militares franceses pertenecientes a la alianza empezaron a ser repatriados debido al coronavirus, mientras que la coalición suspendió "temporalmente" sus tareas de entrenamiento y asesoramiento como medida preventiva ante la expansión de la enfermedad en Irak, tal y como informó.
Desde el pasado 17 de marzo la alianza ha abandonado la base militar de Al Qaim, cerca de la frontera con Siria, la base aérea Q-West de Al Qayyara (norte), la K1 de Kirkuk (norte), los cuarteles norteños de Nínive, la TQ en la provincia occidental de Al Anbar, y por último el complejo de Abu Gharib.
Las tropas internacionales desplegadas en varias bases iraquíes han sido objetivo de ataques en los últimos meses, en los que han muerto y han resultado heridos varios miembros, y esos ataques son atribuidos por Washington a milicias chiíes pro-iraníes.
El lanzamiento de cohetes contra esos objetivos se incrementó después de que EE.UU. matara al comandante iraní Qasem Soleimaní el pasado 3 de enero en suelo iraquí, pero se redujeron recientemente.