Beirut - Miles de sirios han dejado sus hogares y han cruzado pasos fronterizos no oficiales para buscar refugio en el Kurdistán iraquí por temor a la ofensiva de Turquía, que ya ha advertido de que atacará una vez que se cumpla hoy el plazo del alto el fuego si no se han cumplido sus condiciones. Más de 4.100 sirios habrían llegado hasta ayer en tan solo una semana, sorteando las dificultades de pasar esos cruces no oficiales, y están siendo acogidos en el campo de Bardarash, en la provincia de Duhok, en el norte de Irak.

El domingo, cerca de un millar de personas pasaron del territorio kurdosirio, que no está reconocido por Damasco, hacia el Kurdistán iraquí, indicó el Centro Conjunto de Coordinación de Crisis perteneciente al Ministerio de Interior kurdoiraquí en su cuenta de la red social Twitter. Alertó de que “la situación es impredecible” y el campo de Bardarash “pronto estará repleto”, dado el número de desplazados internos en el Kurdistán sirio. Sin embargo, el portavoz de la ONG Norwegian Refugee Council (NRC) en Irak, Tom Peyre-Costa, dijo ayer a Efe que, aunque la capacidad del campo llegue a su límite, esta “puede ser ampliada”.

Médicos Sin Fronteras (MSF), que suspendió la mayoría de sus actividades la semana pasada en el noreste de Siria por la situación “volátil” en la región, señaló en un comunicado que desde hace dos días tiene un punto de recepción en Al Walid, cerca de uno de esos pasos fronterizos. “Las personas desplazadas han estado llegando en condiciones de salud relativamente aceptables. Hasta ahora, no hemos registrado heridos de guerra y, en general, las condiciones nutricionales son buenas tanto en niños como en adultos”, apuntó la ONG.

NRC estima en 60.000 los sirios que cruzarán de aquí a enero huyendo de la ofensiva turca, que comenzó el 9 de octubre contra las milicias kurdosirias, a las que Ankara considera “terroristas”, con el fin de establecer una franja fronteriza en el norte de Siria para reasentar a dos millones de refugiados sirios que Turquía acoge. De esa franja, a la que Ankara ha llamado “zona de seguridad”, se tendrían que retirar hoy las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza liderada por kurdos que ahora lucha contra Turquía y sus aliados, como parte de la tregua pactada el jueves pasado entre Ankara y Washington.

El domingo las milicias kurdosirias se retiraron de la ciudad de Ras al Ain, uno de los principales objetivos turcos desde el inicio de la ofensiva y que marca un extremo de esa franja fronteriza que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quiere establecer desde esta localidad hasta Tal Abiad. A las afueras al este de Ras al Ain ayer se registraron ataques lanzados por parte de los rebeldes proturcos en un intento de avanzar en el territorio a pesar del cese de las hostilidades, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

El Ministerio de Defensa ya hizo una advertencia a las milicias kurdosirias, si no se retiran por completo. “La tregua de la operación termina mañana [por hoy] a las 22.00 (19.00 GMT). Si queda algún miliciano en la región a las 22.01, quedará fuera de combate con una operación militar. No se dará tiempo adicional”, aseguró el departamento en un comunicado. De hecho, horas antes del final de este pacto, Erdogan se reunirá con su homólogo ruso, Vladímir Putin, para debatir sobre esta zona. Putin es el principal apoyo del presidente sirio, Bachar al Asad, que considera a Turquía “invasora” de su territorio, tal y como tildaba a Estados Unidos, que ayer comenzó a retirar sus tropas de la coalición internacional hacia Irak.

Según anunció el secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, Washington trasladará al oeste de Irak a todos los soldados que decidió retirar del norte de Siria con el fin de defender el territorio iraquí y combatir al grupo yihadista Estado Islámico (EI). En su retirada del noreste de Siria, según difundió en un vídeo la agencia kurdosiria ANHA, los blindados de la coalición han sido golpeados por piedras y otros objetos lanzados por los ciudadanos, que consideran una traición que Estados Unidos les haya abandonado. Washington fue el principal socio de las FSD en su lucha contra el EI, que culminó el pasado 23 de marzo con el fin territorial de la organización, aunque ahora se teme un resurgimiento de los yihadistas por la salida de esa región, en la que decenas de miles de extremistas están en prisiones o en campos.