Jerusalén - Australia dio ayer un espaldarazo diplomático a Israel con el reconocimiento de Jerusalén como su capital, aunque solo del lado oeste de la urbe -excluyendo la parte oriental, ocupada en la Guerra de los Seis Días de 1967- y anunció que no trasladará aún su embajada, aunque buscará una sede para el futuro.

El primer ministro australiano, Scott Morrison, anunció además la apertura de una oficina de comercio y defensa, que podría ser el embrión de la futura embajada, y señaló que “empezará a buscar un lugar apropiado” para trasladarla, cuando “sea práctico”.

La diferenciación de las partes este y oeste de la ciudad que hace Australia está de acuerdo con el consenso internacional, pero entra en oposición con la postura israelí de considerar que toda la urbe -incluido el este ocupado- está bajo su soberanía.

El Ministerio de Exteriores israelí emitió ayer, al finalizar la jornada del sabbath, un escueto comunicado en el que se refirió solo a la decisión australiana, que calificó de “un paso en la dirección correcta”. Esta también felicitó al Gobierno de Australia “por su postura respecto a las sanciones contra Irán, y también por su posición pro-israelí en la ONU y contra el antisemitismo”.

reconocimiento La nota no hizo referencia al reconocimiento de la parte oeste de la ciudad como capital ni al resto de cuestiones anunciadas por Morrison, como su intención de reconocer la parte oriental, ocupada desde 1967, como capital de un futuro Estado palestino cuando haya un acuerdo de paz. Una fuente oficial israelí no identificada citada por el diario Haaretz señaló que el país está “decepcionado” con el anuncio australiano. El secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y jefe negociador, Saeb Erekat, calificó la decisión de Australia de “irresponsable y contradictoria con la paz y la seguridad mundiales. - Efe