Seúl - Corea del Norte ha propuesto desmantelar su centro de pruebas atómicas en mayo ante observadores y periodistas extranjeros a raíz del compromiso desnuclearizador alcanzado en la cumbre intercoreana del viernes. Pyongyang se ha ofrecido a clausurar de forma definitiva el centro en el que realizó sus seis pruebas atómicas después de que ambos países se comprometieran a la “completa desnuclearización” de la península en la cumbre entre los presidentes surcoreano, Moon Jae-in, y norcoreano, Kim Jong-un.

Según la oficina presidencial surcoreana, Kim le propuso a Moon en el marco de la cumbre que el cierre del centro de pruebas atómicas de Punggye-ri (noreste) se realice públicamente para subrayar el compromiso de Pyongyang con la desnuclearización. En ese sentido, el líder norcoreano dijo que invitaría a expertos y periodistas para presenciar la clausura del centro de pruebas atómicas.

Kim ya anunció durante el pleno del Comité Central del Partido de los Trabajadores celebrado en Pyongyang el pasado 20 de abril la suspensión de sus pruebas nucleares y de misiles, así como el cierre de Punggye-ri, informó la agencia estatal KCNA. “Algunos dicen que estamos cerrando instalaciones que están inservibles, pero ya verás que están en muy buenas condiciones”, le dijo el mariscal al presidente surcoreano, según su oficina.

Muchos expertos han considerado que las instalaciones de Punggye-ri quedaron irreversiblemente dañadas tras la sexta (y más potente hasta la fecha) detonación nuclear subterránea realizada por Pyongyang el pasado septiembre. Incluso investigadores chinos dijeron la semana pasada que parte de las galerías subterráneas de Punngye-ri se derrumbaron después del último test, lo que pondría en riesgo a varios países de la región debido a las emisiones radiactivas.

Los analistas han planteado dudas respecto al compromiso de Corea del Norte, dada la falta de especificaciones en la declaración firmada el viernes sobre los mecanismos para implementar el desarme y ante los malos precedentes de la década pasada. El régimen norcoreano desmanteló en junio de 2008 parte de su planta nuclear de Yongbyon ante periodistas extranjeros y observadores internacionales, tras un levantamiento momentáneo de sanciones por parte de EEUU, aunque luego volvió a operar las instalaciones poco después. Por otra parte, en la misma conversación que mantuvo con Moon el viernes, el líder norcoreano también aseguró que no es “el tipo de persona que dispara armas nucleares”. “Aunque tengo mis reservas hacia Washington, la gente verá que no soy el tipo de persona que dispara armas nucleares hacia Corea del Sur, el (Océano) Pacífico o Estados Unidos”, le aseguró Kim a Moon.

“Si nos reuniéramos regularmente con los estadounidenses para cimentar la confianza y ellos prometieran poner fin a la guerra y no invadirnos, ¿para qué mantendríamos entonces un arsenal nuclear y viviríamos en unas condiciones tan duras?”, dijo en referencia a las duras sanciones que pesan sobre Pyongyang por su programa atómico.

Durante la histórica cumbre del pasado viernes, las dos líderes alcanzaron un compromiso para lograr la “desnuclearización total” de la península coreana y acordaron buscar un tratado de paz que ponga fin al enfrentamiento entre Corea del Norte con el Sur y EEUU a raíz de la Guerra de Corea, cerrada en 1953 con un alto el fuego pero no con un tratado de paz.

Kim tiene pendiente celebrar una cumbre con el presidente de EEUU, Donald Trump, a final de mayo o principio de junio para tratar también el fin de su programa armamentístico. De celebrarse sería la primera vez que líderes de los dos países se ven las caras tras casi 70 años de confrontación iniciados con la Guerra de Corea (1950-1953) y de 25 años de negociaciones fallidas y tensiones a cuenta del programa atómico norcoreano.

Para acercar posturas para esa cumbre, la titular de Exteriores de Seúl, Kang Kyung-wha, y su homólogo de Washington, Mike Pompeo, mantuvieron ayer una conversación por teléfono en la que la canciller detalló los resultados de la cumbre y subrayaron que la coordinación será crucial para esa cita.

Por su parte, el nuevo secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, aseguró ayer que tuvo una “buena conversación” con el líder norcoreano cuando se reunió con él en Corea del Norte y tuvo la impresión de que está “preparado” para lograr la desnuclearización de la península coreana. En su primera entrevista como secretario de Estado, en la cadena ABC, Pompeo repasó su viaje en Semana Santa a Corea del Norte y su reunión con Kim. “Tuvimos una buena conversación, él estaba muy preparado. Tuvimos una extensa conversación sobre algunos de los temas más difíciles que enfrentan a nuestros países”, explicó Pompeo, que cuando viajó a Corea del Norte aún era el director de la CIA.

“Yo tenía una clara misión asignada por el presidente (Donald) Trump. Cuando me fui, Kim Jong-un entendió esa misión exactamente como la estoy describiendo hoy. Él estuvo de acuerdo con que estaba preparado para diseñar un plan que nos ayude a lograr la desnuclearización”, afirmó Pompeo. “Solo el tiempo -continuó- nos dirá si podemos conseguirlo”.

Durante su reunión en Corea del Norte, Pompeo trató de preparar la futura cumbre entre Trump y Kim, el primer encuentro de la historia entre Estados Unidos y Corea del Norte. “Mi objetivo era tratar de identificar si existía una oportunidad real ahí. Creo que sí la hay. ¿Quién sabe cómo irán las conversaciones? Hay mucho trabajo que hacer, pero tengo esperanzas de que las condiciones que ha establecido el presidente Trump nos den una oportunidad”, afirmó Pompeo.

En un mitin en Michigan, Trump anunció ayer que su reunión con el líder norcoreano se producirá en “las próximas tres o cuatro semanas”, lo que supone un leve adelanto con respecto a las estimaciones de la Casa Blanca, que fijó la cita para finales de mayo o principios de junio.

Trump también dijo esta semana que su Gobierno está evaluando “dos o tres” lugares para su reunión con Kim. Según la cadena CBS, esos dos lugares son Mongolia y Singapur.